Juan Rafael Rosas Herrera, secretario general del Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca (STPEIDCEO), es uno más de los nombres y hombres que han engrosado la larga lista de quienes se han servido con la cuchara grande a costa de las necesidades de los trabajadores: tráfico de influencias, corrupción, nepotismo y demás tranzas para forjar su riqueza; misma que ha sido muy cuestionada en los últimos días.
Si bien la Sección 22, es uno de los sindicatos con grandes ejemplos de líderes que a través de la traición y la ambición, han logrado hacerse de su fortuna para no preocuparse por trabajar en lo que les queda de vida; los burócratas tampoco se quedan atrás. Y es que el aún dirigente Rosas Herrera, no ha informado del destino de 30 millones de pesos, por concepto de tres años de cuotas sindicales. A menos de 15 días de las elecciones para su relevo, no aparecen, y como están las cosas ni aparecerán.
Pero igual sucedió con los exdirigentes como Reveriano Chagoya Corres, y hasta Víctor Manuel Bustamante. La gremial ha servido a Rosas Herrera, para forjar su minita de oro, sin importarle los verdaderos principios del sindicalismo; es decir, dotar a la clase trabajadora de la libertad, autonomía y mejores condiciones de vida. Eso ahora es lo que menos importa.
La ambición desmedida y la venta de la gremial al mejor postor, generó al interior de estos tres años, una serie de traiciones, amarres, grupos y tribus del mismo. Y es que el secretario General mordió la mano de los que lo apoyaron, y de su padre putativo al que ahora desconoce y pretende borrar del mapa creando el famoso y fallido TUCOJ (Todos Unidos Contra Joel), quien le antecedió en el cargo.
Pero el hombre emanado de la Planilla Rosa, no actuó y no ha actuado. Sólo tuvo que comprar líderes a quienes les financió desayunos, días inhábiles, salidas en horas laborables con el respaldo del gobierno del estado, a quien entregó supuestamente, el tabulador de los salarios.
Mientras, los trabajadores de este gremio no pueden quejarse, y no es porque no quieran, sino porque no pueden ante las represalias que pudieran ejercer en su contra. Viven de un salario modesto y en una vivienda rentada, y en pocos casos, propia.
Mientras tanto, su líder, cuenta con una “mansión” o una “Casa Blanca”, como la familia presidencial. La tiene equipada con cancha de tenis y alberca, y ha sido valuada en seis millones de pesos; recursos que se desconocen de dónde salieron. Todo esto, sin contar su terreno ubicado en San Felipe del Agua, y la remodelación de su casa a un costado de la Iglesia de la Soledad.
La situación provocó que durante una de las últimas asambleas de delegados, a Rosas Herrera, no sólo le llovieran reclamos, sino también se presentaron conatos de enfrentamiento entre los que integran el STPEIDCEO, por su evidente manejo de intereses al interior y exterior del mismo.
El hombre, recibió durante casi toda la sesión, una serie de gritos por parte de los trabajadores. Inclusive, la exigencia de iniciar las sesiones a la hora citada, ya que los trabajos habían comenzado alrededor de las 12 del día, dos horas después de la cita.
Rosas Herrera, gesticulaba un evidente malestar por el sinnúmero de reclamos de sus compañeros trabajadores, quienes insistían en combatir la corrupción de los últimos tres años en los que no ha rendido cuentas del manejo de las cuotas sindicales. Esto ha dado pie a que el líder sindical, pretenda convertirse en juez y parte del proceso electoral para impulsar a una de las planillas para cubrirse las espaldas y tapar los desfalcos.
“¡Saca las manos del proceso, no pretendas ser el chivo de la campana!”, le espetó un trabajador de la Secretaría de Finanzas, por el evidente trabajo electoral para la planilla blanca, con la que se ha involucrado. Pero el reclamo generalizado, se centró en que el llamado a la asamblea se hizo sin la previa convocatoria como lo marca el estatuto.
Y es que la invitación fue vía telefónica y por correo electrónico a los delegados afines a Rosas Herrera. Sólo algunos opositores fueron convocados, estos últimos, se intercomunicaron para hacer acto de presencia en la asamblea. Los trabajadores lograron cancelar la asamblea amañada y acordaron reunirse al siguiente día, sin embargo, ésta fue cancelada.
Lo anterior debido a que el líder sindical se reunió con Hilda Luis, delegada del DIF; Wilberto Toledo Piñón, de la PGJEO; Gloria Martínez, de CEVI, y Soledad Vázquez, de CEJUVE, quienes a decir del propio Rosas Herrera, serán sus candidatos para sustituirlo.
La molestia de los trabajadores al servicio del gobierno del estado, ha sido evidente ante el activismo frenético de Rosas Herrera, quien inclusive, ha corrido a reporteros que lo han descubierto haciendo proselitismo. Ha usado la fuerza de sus guardaespaldas pagados con las mismas cuotas sindicales.
Por lo pronto, Rosas Herrera, se encuentra con la espada incrustada y contra la pared. Sus titiriteros, de la mano de Germán Espinoza, ya comienzan a hacer reclamos por su torpe accionar. Por otro lado, Vargas Varela, se arrepiente de haber puesto todos los huevos en esa canasta, pues el liderazgo del actual secretario, no llega al 10% entre la base trabajadora.
Y ni que decir de Benjamín Robles, Héctor Pablo Ramírez Puga, Samuel Gurrión y Alejandro Murat, a quienes les ha vendido su “capital político”.
El Sindicato de Burócratas se encuentra a punto de entrar a la ilegalidad y quedarse descabezado. Los tiempos legales se están venciendo, y la nueva toma de nota, corre riesgo de no llevarse a cabo.
¿A qué le apuesta uno de los nuevos ricos de Oaxaca, miembro del Jet Set y de la Socialite? Sin duda, a convertir en pedazos uno de los sindicatos más fuertes de Oaxaca, y todo, por estar intentando servir a Dios y al Diablo.
POR BLACK
Vía: Viral Noticias
