La fallida aspiración política de Alejandro Murat: Salomón PEREGRINO

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alejandro-murat“Al necio le parece bien lo que emprende, pero el sabio atiende al consejo”

En los tiempos actuales, aspirar a cualquier cargo de elección popular, vía partidos políticos; exige de dos condicionantes fundamentales: cumplir cabalmente con todos los requisitos legales y partidarios que se establezcan para tal efecto y, contar con un amplio y sólido respaldo social. Mismo que, debe aglutinar sin cuestionamientos al de su propia militancia. Procurando en ambos casos,  cuidar al máximo señalamiento o duda alguna que pueda poner en jaque el proceso y/o la designación partidista. 
 
Al interior del priísmo en Oaxaca, llegado el inicio de la actual administración federal, se sumó a la lista de aspirantes por la gubernatura, para el proceso electoral en curso; el nombre de Alejandro Ismael Murat Hinojosa. Su posición de privilegio en el gabinete ampliado del Presidente Peña Nieto así lo ubicaba de facto. 
 
Sin embargo, la evidente necedad de Alejandro Murat le impidió ver que la ruta para alcanzar la ansiada candidatura oficial, requiere de un transitar personal constante, intenso y generalmente tortuoso. Propiciando los consensos necesarios al interior. Generando opinión e impulsando percepción. Manteniendo la cercanía e identidad con la gente.
Y, fundamentalmente, conocer sobre las causas y origen del acontecer diario en todo el territorio estatal.  

Las limitantes legales que padece Murat Hinojosa, tan ampliamente comentadas y conocidas por todos, son su principal escollo infranqueable. Aunado a ello, en el consenso social tropieza con una terrible falta de identidad ciudadana. ¿Las razones? A continuación, algunos datos que conducen a tales motivos
       

José Nelson Murat Casabsu padre,  nace en Ciudad Ixtepec, Oaxaca; pero su ascendencia, no. Su esposa, era originaria del estado de Michoacán. Y ninguno de sus hijos, nació en territorio oaxaqueño.  

Alejandro Ismael Murat Hinojosa, nace en el Estado de México. Y ni su esposa e hijos, son nacidos en nuestra entidad. Ni cuentan con familiares directos que vivan o hayan residido con anterioridad en Oaxaca.  

Alejandro no cursó estudios en ningún plantel académico del estado. Al igual que nadie de sus hermanos, esposa e hijos.  

Alejandro, jamás ha tenido una residencia efectiva en Oaxaca. Ni ha realizado ningún tipo de inversión para adquirir un bien inmueble con sus propios recursos económicos.    
 
Su único vínculo directo con Oaxaca, es su padre. Y los amigos cercanos de este último. Lo que por cierto, le ha merecido severos señalamientos de todo tipo. 

Hoy, Alejandro topa con una cruda realidad que contrasta abruptamente con la que ha denominado su “ilusión por gobernar Oaxaca”. Lograr ese sueño, personal o el de su padre, tendrá que aguardar otro mejor momento. Pero en esta ocasión, sin duda, le resultará una fallida aspiración política.