Carlos Marx escribió en 1848 “Un fantasma recorre Europa: es el fantasma del comunismo”
Con la huelga de trabajadores de las línea de camiones urbanos “Sociedad Cooperativa Choferes del Sur y Urbanos de Oaxaca” se ha destapado la cloaca de explotación esclavista moderna que los concesionarios y socios realizan contra más de 650 trabajadores del volante.
Pareciera que el tempo se ha detenido en Oaxaca y la sombra de Porfirismo se enseñorea por las calles y avenidas por donde transitan camiones urbanos de pasaje manejados por esclavos del volante.
La historia se repite primero como una tragedia luego como una farsa.
Juan Carlos de 28 años de edad es chofer de un autobús de pasaje urbano que me relató cómo es la jornada de su trabajo que empieza a las 5 de la mañana y termina a las 11 de la noche.
Se despierta a las cuatro de la mañana para bañarse y desayunar algo rápidamente y estar listo para subirse a su autobús, prenderlo y calentarlo un rato y después moverse a su ruta que le tocó de la colonia del maestro a la 1ª etapa.
La sed, el hambre, el ruido ensordecedor del motor, el trato con el pasaje y el trafico infernal que caracteriza a nuestra hermosa ciudad de Oaxaca son la compañía diaria y el tormento qué lo enajena y esclaviza al volante a Juan Carlos.
No hay hora para comer, tampoco para cenar.
No hay días de descansos. Marx escribió “El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan”
La esclavitud de trabajo de más de 14 horas por jornada diaria va más allá de estar sentado frente al volante.
Los daños físicos de los trabajadores del volante son casi irreversibles.
“Los ricos harían cualquier cosa por los pobres, excepto dejarlos en paz”.
Las empresas no dotan de uniformes como lo marca el contrato colectivo de trabajo, ni con la repartición de utilidades de ley, ni capacitación, ni descansos, ni vacaciones.
Los autobuses no cuentan con el seguro contra accidentes, algunos circulan sin la tarjeta de circulación, ni mucho menos con el mínimo mantenimiento mecánico de las unidades.
Las llantas, muelles y algunas refacciones de los vehículos las tienen que pagar si llegan a tener algún desperfecto.
Al término de su jornada de trabajo hay que entregar al patrón una cuenta de 1,500 pesos, presentar el autobús limpio y brillante y recargarlo de combustible diésel.
El chofer solo se quedara con 100, 200 o 300 pesos cuando fue buen día, sino se quedara con la deuda de no cumplir la cuota al patrón y esta se acumulara para el siguiente día.
La necesidad es ciega hasta que llega a ser consiente. La libertad es la conciencia de la necesidad
Los patrones les hacen firmar una nómina con sueldo mínimo que es la que presentan al seguro social, al SAT, al infonavit y al ahorro para el retiro.
La cloaca de la esclavitud moderna en Oaxaca se destapa y pondrá en el banquillo de los acusados a aquellos que por años han explotado con jornadas laborales de 14 o 16 hora como en el porfiriato a los más de 600 trabajadores de los autobuses urbanos de pasaje.
Evasión fiscal, fraude, delincuencia organizada son algunos de los delitos que se configuren el está esclavitud moderna.
Marx escribió “. Los trabajadores podrán alcanzar sus objetivos sólo derrocando por la violencia todo el orden social existente. Las clases dominantes pueden temblar ante una Revolución. Los proletarios no tienen nada que perder en ella más que sus cadenas que los esclavizan. Tienen, en cambio, un mundo que ganar.