En épocas de crisis se deteriora el poder de negociación de los trabajadores, ya que la gran cantidad de personas desempleadas hace que un mayor número de personas estén dispuestas a trabajar por un menor salario e incluso sin prestaciones, con ello los salarios generales tienden a descender, indicó Julio Boltvinik, investigador del Colegio de México.
A partir de la recesión global de 2008, el número de personas que laboran en condiciones precarias ha aumentado en el país.
Al tercer trimestre de este año, 14.3 millones de personas trabajaron sin contrato escrito y no tuvieron acceso a instituciones de salud, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Esto significa un deterioro de las condiciones laborales para más de un millón de mexicanos, ya que en 2008, alrededor de 13.2 millones de personas laboraron sin contrato escrito.
En tanto, implicó que más de 1 millón 700 mil trabajadores no contaran con acceso a instituciones de salud entre 2008 y 2011.
Para el año que inicia, el escenario global es de menor crecimiento económico y ello tendrá implicaciones sobre la cantidad y calidad de los empleos que se generen.
De hecho, se estima que en 2012 la inflación, y las alzas salariales asociadas a ésta, serán relativamente bajas debido a la débil demanda agregada por el elevado desempleo y la débil actividad económica. José Luis De la Cruz, director del CIEN, consideró que en 2012 difícilmente los salarios alcanzarán a recuperar lo perdido previo a la crisis.
“Desde 2009 y hasta 2012 habrá mucha población que ni siquiera recibirá el incremento de la inflación, sino que en el mejor de los casos se quedará con su mismo salario por años”, ahondó De la Cruz.
El experto añadió en que esa ha sido la tónica de todo el sexenio, pero sobre todo a partir de 2008 y 2009 se ha observado un retroceso en las remuneraciones reales que se pagan.
“El salario mínimo se mantiene casi igual que a inicios del sexenio y en sí desde principios de la presente década”, mencionó el experto.
En particular, después de la crisis de 2008 se reporta un deterioro importante de las percepciones.
“En el sexenio poco se ha avanzado en la generación de empleo y en el pago a los trabajadores”, señaló Julio Boltvinik del Colmex. El académico explicó que a partir de la presente década se han visto incrementos salariales contractuales equivalentes a la inflación (cerca al 4%), lo que a lo mucho evita que su poder de compra siga cayendo año con año con el repunte de los precios.
Tabulaciones congeladas
No obstante, recordó que no todos los trabajadores reciben este tipo de incrementos anuales y han visto sus ingresos y prestaciones congelados. “Por temor a la respuesta de empresarios, en el mejor de los casos van a aumentar los salarios mínimos, los de la burocracia y los contractuales, al mismo ritmo que haya sido la inflación de 2011 para que no haya pérdida adicional del poder adquisitivo, pero no los subirán más que eso por miedo de que se desate la inflación”, consideró el especialista financiero.
El Universal