La crisis económica apenas ha comenzado: las expectativas del Banco de México y de los analistas iniciaron la baja en las previsiones del PIB y el pesimismo aumentó en el clima de los negocios.
Las primeras cifras recortaron el PIB esperado para 2016: Banxico estimó una baja de 0.7 puntos y los analistas de 0.3 puntos. Y ante el ajuste de las variables macroeconómicas, aumentó “la proporción de analistas que considera que el clima de negocios empeorará en los próximos seis meses”, de acuerdo con el reporte del Banxico.
Los recortes presupuestales y el principio de varias disminuciones al PIB de este año señalan hoy la aplicación de la vieja doctrina económica del FMI: estabilizar la economía por el lado de la demanda. Sin embargo, ante situaciones más o menos similares, los EE.UU. de Obama le apostaron a una salida de estímulos fiscales: inyectarle fondos a la demanda –incluyendo regreso de impuestos– para que ésta presionara a la oferta y saliera del hoyo del estancamiento. Un promotor de estas medicinas fiscales de estímulo ha sido Paul Krugman, premio nobel de economía.
El recorte a las expectativas del PIB adelantó vísperas para evitar sobrecalentamientos inflacionarios. Diversas corredurías bancarias estimaron el pasado 25 de diciembre –hace apenas dos meses– una tasa promedio de PIB para 2016 de 2.75 por ciento, en tanto que esta semana esa meta se bajó a 2.49 por ciento. Las expectativas sobre el PIB van a seguir disminuyendo por la razón de que el recorte fue un primer tijeretazo a la demanda. Algunos cálculos estimados ubican el PIB de 2016 en 1.5 por ciento, si es que no hay más recortes drásticos por presiones inflacionarias, especulación con el tipo de cambio, más bajas en los precios del barril de petróleo de exportación y aumento en el déficit presupuestal.
A mediano plazo, esta crisis también tendrá efectos negativos. En los Criterios Generales de Política Económica para 2016 se estimó un promedio de PIB para el horizonte 2016-2021 de 4.45 por ciento; de consolidarse disminuciones en las metas de 2016 y 2017, la reactivación no sería a la tasa promedio de 5 por ciento para el periodo 2018-2021. Por tanto, para el periodo 2016-2021 habría una tasa promedio anual de 2.5 por ciento–3 por ciento. Y menos PIB significa menos salarios, empleo y bienestar.
Los funcionarios económicos se han negado a buscar algunas alternativas heterodoxas y se han asentado en la ortodoxia fondomonetarista de sacrificar PIB para controlar efectos inflacionarios, a pesar del costo social implícito.
Las expectativas negativas por el ajuste macroeconómico y el escenario de cuando menos este y el próximo año multiplicaron la incertidumbre. El 59 por ciento de los analistas consultados por Banxico estimó que la economía no está mejor que hace un año y el 67 por ciento considero que la actual es una mala coyuntura para realizar inversiones. De nueva cuenta la ausencia de un plan contracíclico ha agudizado el pesimismo económico y empresarial.
La falla en las previsiones estuvo también en los analistas económicos encuestados por el Banco de México: hace un año, a pesar de los indicios de presiones sobre el tipo de cambio y baja petrolera, los analistas le concedieron un 7 por ciento de probabilidades a la crisis externa; esta semana cuadriplicaron sus temores y el riesgo externo subió a 26 por ciento.
Así que hay que ajustarse los cinturones porque el carrito de la economía anda cuesta abajo en la montaña rusa de la crisis.
-0-
Política para dummies: La política es el arte de moverse en los territorios de los deseos como expectativa y no como realidad.
Sólo para sus ojos:
- Crisis a la brasileña. A pesar de que el expresidente Ignacio Lula da Silva anunció que se presentaría como candidato presidencial, la justicia lo detuvo el viernes para investigarlo por corrupción. Fue un aviso contra la presidenta Dilma Rousseff.
- Donald Trump avanza hacia la candidatura presidencial republicana y han comenzado los análisis para indagar si en los hechos Hillary Clinton y sus negativos serán suficientes para derrotar al empresario conservador.
- Focos rojos en el PRI por la elección de gobernador en Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Veracruz y Quintana Roo, hasta ahora. El presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, no alcanza a apagar todos los fuegos internos.
http://indicadorpolitico.mx
carlosramirezh@hotmail.com
@carlosramirezh