Durante décadas el Estado de Derecho en nuestro país ha sido deficiente, el respeto y sujeción a las normas ha estado sometido a la visión del poder en turno. Con un amplio marco de esperanza de que esto cambiaría a los mexicanos, decidimos apostar por una persona con una visión diferente.
A pesar de que la mayoría nos manifestamos en contra de lo que antes se hacía, poco o nada a cambiado la actitud y las acciones que desde el poder se realizan, pareciera que no es la persona quién decide sino las circunstancias y sus intenciones de mantener el poder en lo particular o de grupo.
Un ejemplo de estas acciones es la consulta que hoy se realiza para enjuiciar a los expresidentes por hechos de corrupción, sin duda, es algo que no requiere preguntarse de manera pública, todas y todos los mexicanos lo hemos exigido durante décadas, así que no es nada extraordinario predecir los resultados.
Entonces surge la interrogante por qué hacerlo ahora y de esta forma, cuando tenemos instituciones encargadas de la investigación y sanción de los delitos, y los requisitos en la constitución se cumplen; las respuestas pueden tener diferentes visiones, políticas, económicas, sociales, personales, entre otras, pero lo importante no es qué visión o utilidad se le otorgue a los resultados, sino que se deja de observar la ley para hacer más publicidad.
Los expertos en derecho establecen un riesgo alto de decepción por las figuras de prescripción y debido proceso, pero los expertos en marketing dicen que es una jugada maestra para seguir con la atención dispersa, sin embargo, se debe tener en cuenta que, si lo que se pretende es tener la atención de la ciudadanía para después con algún fundamento legal desilusionarla, se corre el gran riesgo de que la ciudadanía tenga una mala percepción de las instituciones encargadas de impartir justicia y esto siga incrementando la mala percepción de las instituciones públicas.
Un efecto positivo que puede tener este ejercicio es que los ciudadanos que hoy participamos exijamos en un futuro que se nos pregunte sobre otros temas de interés como el nombramiento de servidores públicos, la adquisición de DEUDA PÚBLICA o el presupuesto, temas que también son de impacto e interés colectivo; es deseable valorar que si hoy nos pregunta el gobierno federal esperaremos que en breve el gobierno del estado o los municipios también nos consulten.
Los ciudadanos debemos acostumbrarnos a evaluar y participar en todos los ejercicios de participación ciudadana, es un deber cívico y un derecho constitucional.
La polarización por la que nuestro país atraviesa no es el mejor canal para transitar en este momento, tenemos una pandemia que requiere de la unidad de todas y todos, no sólo de los ciudadanos sino también de los poderes del Estado y los diferentes niveles de gobierno, para recobrar la confianza ciudadana no sólo se requieren consultas, sino trabajo, esfuerzo y resultados en beneficio de nuestro pueblo.