A partir de la celebración en nuestro país, de la “XIII Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica”, en diciembre del año 2016, un tema que cobró relevancia es la biodiversidad, concepto trascendental no sólo desde la perspectiva biológica, sino desde aspectos culturales relacionados con el valor y manejo que las comunidades dan a esta riqueza.
La biodiversidad o diversidad biológica está definida como la variabilidad de organismos, genes y ecosistemas, distribuidos en tres niveles: la riqueza genética, la de especies y los ecosistemas o tipos de vegetación.
La mayor parte de la riqueza natural no se encuentra distribuida de forma homogénea en todo el planeta, ya que la mayor parte de ella se concentra en las zonas tropicales en sólo 17 países, catalogados como megadiversos, de tal manera que en América Latina, Brasil ocupa el primer lugar; Colombia está ubicado en tercer lugar y México ocupa el quinto lugar.
Respecto de la riqueza natural de nuestro país, Oaxaca es la entidad federativa que ocupa el primer lugar, pues en su territorio se concentra casi la mitad de la biodiversidad nacional, lo cual se debe a las características geológicas, topográficas, climáticas y a la interacción con los diversos grupos humanos, ya que se encuentran asentados 16 grupos étnicos y el grupo afromexicano.
La comunidad ambientalista internacional, se ha preocupado por buscar soluciones a la pérdida de biodiversidad, atendiendo a situaciones desfavorables como: la extinción, el tráfico ilegal y especies invasoras, siendo una de las estrategias más importantes, el Convenio Sobre la Diversidad Biológica, firmado en 1992 es el marco de la Cumbre de Río y actualmente ratificado por 196 países, cuyo objetivo es promover la conservación, el uso sostenible de los componentes de la diversidad biológica y la distribución justa y equitativa de los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos.
El Convenio Sobre la Diversidad Biológica, a su vez, establece las directrices para las políticas públicas nacionales en materia de biodiversidad, entre las cuales se encuentra la elaboración de estrategias nacionales en dicha materia, orientadas especialmente para territorios como el Estado de Oaxaca, por su rico patrimonio biocultural, concepto que describe la importancia y productos de la interacción de las comunidades indígenas y locales que entrañan estilos de vida tradicionales, de acuerdo al contenido del artículo 8 j del convenio referido.
Para lograr la protección de la biodiversidad se requiere integrar a las comunidades humanas vinculadas con el contexto, a través del conocimiento tradicional y manejo consuetudinario de sus recursos.
Para la conservación y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad de nuestro país, se ha establecido la siguiente normatividad:
Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, en cuyo Título Segundo, Apartado V, en los artículos del 43 al 87, abordan especialmente temas de áreas naturales protegidas y aprovechamiento de flora y fauna.
- Ley General de Vida Silvestre, que establece las actividades de conservación de especies y sustentabilidad, tales como las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAs).
- Leyes de Desarrollo Forestal Sustentable y de Pesca y Acuacultura Sustentable.
- Normas que consideran a la conservación de la biodiversidad como prioritaria para el desarrollo sustentable.
Como parte de los mandatos internacionales, México elaboró la Estrategia Nacional sobre Biodiversidad, y en el ámbito estatal, Oaxaca tiene una participación activa en el proceso de actualización de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, y para el caso de Vida Silvestre en nuestro territorio, esta actividad será regulada por la Ley General de Biodiversidad.
Existen marcos jurídicos para la conservación de la biodiversidad en los niveles Internacional, Nacional y Estatal. En el marco Estatal, es necesaria la actualización de los lineamientos para adecuarlos al contexto de nuestros pueblos y comunidades, con involucramiento de los grupos indígenas, campesinos, academia y organizaciones civiles, para la toma de decisiones tendentes a la conservación de la biodiversidad y el aprovechamiento sostenible de sus componentes.
La conservación y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad, es un tema trascendental para mí, como legisladora, ya que resulta incongruente que uno de los Estados con mayor riqueza natural, adolezca de un marco legal adecuado, programas e infraestructura para la conservación de ésta, y es por ello que particularmente daré seguimiento a las necesidades en materia de preservación de sus especies animales y vegetales, Hongos, Genes y Ecosistemas, para traducirlas en lineamientos que cumplan con la aplicación de la Estrategia Estatal de la Biodiversidad de Oaxaca.
