Una gran huella en la promotoría Cultural a través de la gastronomía heredada por su señora madre Casilda Flores Morales es la que nos deja María Teresa Valera Flores, “La Chatita” quien la madrugada de este sábado 28 de Enero de 2012 ha partido a otras dimensiones para unirse con nuestra y bien llamada “la Samaritana Oaxaqueña”.
Hija de Don Severiano Valera y Doña Casilda Flores nació el 8 de julio de 1931 y desde temprana edad se dedicó a la noble labor de hacer disfrutar a los paladares más exigente, con las únicas aguas de Casilda de deliciosos sabores como chilacayota, horchata de almendra con tuna o infinidad de mezclas, secretos de familia, que apaciguaron y seguirán apaciguando la sed de todos los visitantes y público en general.
Es por ello que la Casa de la Cultura Oaxaqueña (CCO), institución dedicada a promover y difundir el arte y la cultura en todas sus expresiones, recuerda con mucho cariño y le rinde un merecido homenaje a través de estas líneas a “La Chatita” que año con año se hacía presente en la CCO para conmemorar los natalicios de la Samaritana Oaxaqueña.
Oaxaqueña por excelencia, mujer de arduo trabajo que disfruto su trabajo entre deliciosos aromas de flores y follajes frescos y el ambiente propio de la concurrencia de vendedoras de chapulines, queso, quesillo, tortillas tlayudas y artesanías de gran colorido del mercado central Benito Juárez Maza, sinónimo de nobleza y amabilidad, Terciaria Franciscana perteneciente a la esta piadosa orden religiosa por convicción, al terminar sus labores corría al Templo de San Francisco para agradecer a sus creador todo lo obtenido y lo que aun habría de obtener.