La población de la Ciudad Capital supera ya los 21 millones 581 mil habitantes. Es la quinta mega urbe más poblada del planeta, un poco menos habitada que Sao Paulo, en Brasil, según estimaciones de Naciones Unidas (ONU). Otros cálculos poblacionales calculan que podrían caber todos los países centroamericanos en la Ciudad de México, así de grande es nuestra casa.
Tal vez por ello, se les ocurrió a las autoridades de Estados Unidos, la posibilidad de que en nuestras ciudades se albergaran a todos los refugiados que esperaran la resolución de asilo. Ahora mismo se ve a migrantes deambulando por las calles de CDMX, con sus hijos sobre los hombros solicitando monedas para poder sobrevivir en la Gran Ciudad, que requiere muchas y variadas acciones para que diariamente funcionen los servicios públicos como son las redes de agua, la energía eléctrica, la distribución de gas, los teléfonos, la vía pública, el servicio de limpia calles, avenidas y vías rápidas, los transportes públicos, la recuperación de espacios públicos en calles, banquetas, jardines y parques invadidos por el comercio ambulante para instalar asadores, estufas y preparar alimentos sin ninguna medida de higiene, y mil cosas más que requieren los habitantes de Ciudad de México para realizar actividades.
Son recursos multimillonarios los que la Capital necesita para su funcionamiento. El Metro, por ejemplo requerirá de una fuerte inversión para continuar dando servicio a millones de usuarios en las 195 estaciones que componen la red de un sistema compuesto de 3,333 vagones con capacidad estándar de 1,530 personas por tren; 15,239 empleados directos; 1,684.94 viajes anuales por pasajero; 859.59 millones de kwh en consumo de energía y 114.03 millones de kilómetros por vagón al año.
La estructura pública y privada de autobuses es extensa y compleja al tener amplias conexiones que cubren la red metropolitana de la Ciudad con un servicio deficiente, principalmente el de los choferes de autobuses, que no cuentan con la capacitación ni la preparación educativa que el servicio de transporte público requiere.
Al servicio de autobuses se le conoce como el pulpo camionero y mafioso que hasta la fecha es intocable. Los dueños de los autobuses que componen las rutas marcan e imponen sus propias reglas. Hace unos meses, choferes de autobuses y taxis paralizaron la Capital exigiendo aumento de tarifas y exclusividad para proporcionar servicio público.
A pesar de un servicio deficiente e inseguro, no todo es negativo en el rubro del transporte, algo se ha logrado recientemente al comprarse 40 trolebuses de última tecnología y autosuficientes por 100 kilómetros. En total serán 63 trolebúses los que integrarán la red a un costo de 465 millones de pesos. Además, y esto es una buena noticia, los troles están dotados de cámaras de video vigilancia en el interior de la unidad, con objeto de aumentar la seguridad de los usuarios.
Otros rubros de primera necesidad en CDMX que se requieren son más escuelas, más agua, más energía, más transportes y seguridad en los mismos, pues la densidad de la población aumenta a diario debido a la migración proveniente de la mayor parte del país y de Centroamerica.
Por miles son los compatriotas que a diario—cegados por el espejismo del empleo— se avecindan en la Gran Urbe, para ellos cualquier sitio es bueno, desde un parque hasta un terreno baldío. Ahí arrinconan su miseria e inician una vida, que no lo es, y dar inicio a la iniquidad, a la pérdida de la dignidad, entregarse a la mendicidad y, en ocasiones, a la pérdida de la vida.
¿Que hacer ante tales necesidades de la población cuando todo indica que se han rebasado los límites? Creo que se necesitan implementar más y mejores programas sociales para hacer cumplir las leyes y reglamentos y proporcionar a cada quien lo que es posible. Lo que no debe hacerse es mentir y soslayar las leyes y acostumbrarse a vivir en la selva, sino hablar y actuar con verdad, de trabajar a fondo para recuperar la seguridad de los habitantes y el respeto ciudadano, es momento de hacer conciencia de que CDMX es la Capital de la República y no el pueblito en el que se pueden vender quesadillas a diestra y siniestra en cualquier banqueta, asaltar, violentar y asesinar a cualquier persona y a toda hora.
@luis_murat