Interpol ha emitido a petición de Kenia una orden de busca y captura de la ciudadana británica Samantha Lewthwaite, la llamada Viuda Blanca, que utiliza también el alias de Natalie Webb. La que fuera esposa de uno de los terroristas suicidas que participaron en los atentados del 7 de julio de 2005 en Londres no es buscada, al menos oficialmente, por el ataque de hace unos días a un centro comercial de Nairobi. Según una nota hecha pública por Interpol, Lewthwaite “es reclamada por Kenia por acusaciones de posesión de explosivos y conspiración para delinquir que se remontan a diciembre de 2011”.
El hecho de que Kenia haya decidido pedir ahora la intervención de Interpol, que significa que su búsqueda se extiende a los 190 países miembros de esta agencia policial internacional, añade confusión sobre el papel que haya podido jugar la llamada Viuda Blanca en el ataque de Nairobi. La presencia de una mujer en el comando aparentemente del grupo islamista somalí Al Shabab ha sido tanto desmentida como confirmada por las autoridades kenianas. La ministra de Exteriores de Kenia, Amina Mohamed, pareció incluso referirse directamente a la Viuda Blanca cuando el lunes aseguró que en el comando había una mujer británica con un amplio historial terrorista.
En la nota publicada por Interpol, su secretario general, Ronald K. Noble, enfatiza que Lewthwaite ha utilizado en el pasado un pasaporte surafricano y aprovecha para subrayar la importancia de que en los controles fronterizos se verifique la autenticidad de los documentos de viaje. “Cada año, cientos de millones de individuos abordan transporte internacional sin que se verifique la autenticidad de sus documentos. Eso compromete de forma espectacular nuestra capacidad para escrutar e identificar de forma efectiva en aeropuertos y puntos de control en carretera a aquellos individuos que pueden ser criminales o terroristas”, advierte.
Según Interpol, solo en 700 millones de los 1.100 millones de viajes internacionales que se realizaron en 2012 los documentos de viaje fueron escrutados contra la base de datos de documentos robados o perdidos que tiene Interpol y que en la actualidad contiene 38,5 millones de documentos de 166 países.
El País.es