La Fiscalía de Sao Paulo, en Brasil, confirmó ayer que inició una investigación contra el ex presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, que gobernó entre 2002 y 2010, por supuesto lavado de dinero que estaría asociado a la corrupción que se indaga en la empresa estatal petrolera Petrobras.
El procurador del caso, Cássio Conserino, citó a declarar al ex mandatario y a su esposa, Marisa Leticia Lula da Silva, para el próximo 17 de febrero, con el fin de investigar si Lula es propietario de un departamento que no aparece en sus declaraciones fiscales, lo que constituiría un delito, señaló el Ministerio Público.
El departamento en cuestión se ubica en el Condominio Solaris, un edificio construido en el balneario brasileño de Guarujá y que está en la mira del departamento de la Policía Federal encargado de investigar la gigantesca trama de corrupción en Petrobras.
PROPIEDAD. Los investigadores creen que la constructora OAS, propietaria del edificio, empleó los departamentos para “disfrazar” las gratificaciones entregadas a los agentes públicos que la ayudaron a beneficiarse de la corrupción en la petrolera estatal.
De acuerdo con la investigación, el inmueble fue construido por la cooperativa sindical Bancoop, vinculada al gobernante Partido de los Trabajadores (PT), que en 2009 lo vendió a la constructora OAS.
Uno de los departamentos de esa propiedad estaba reservado por la familia de Lula y, según la prensa local, llegó a ser objeto de reformas encargadas a la empresa OAS, que actualmente figura como su propietaria legal.
Lula ha negado que hubiera comprado un departamento en ese edificio, pero admitió que su esposa, Marisa Leticia Lula da Silva, adquirió una participación con vistas a una posible adquisición.
REEMBOLSO. Sin embargo, aclaró que las obras para la conclusión del inmueble se atrasaron y la constructora OAS ofreció reembolsarle el dinero a quienes aún no confirmaran la compra, como habría sido el caso de la familia de Lula, que aún no ha recibido la suma adelantada.
El Instituto Lula, dirigido por el ex mandatario, consideró ayer “infundadas” las sospechas del Ministerio Público y calificó de “ligeras” las acusaciones de supuesta ocultación de patrimonio por parte del ex presidente y sus familiares.
La entidad que dirige Lula insiste en que la esposa del ex mandatario adquirió en 2005 una participación en ese edificio, pero precisó que él y su esposa “nunca” llegaron a ser “propietarios en ningún condominio de Bancoop o sus sucesoras”.
HONESTO. Lula se ha desligado en reiteradas ocasiones de las conjeturas que apuntan a su implicación en actos de corrupción y asegura que no existe en Brasil un “alma viva más honesta” que él, en “ninguna institución” del país.
Por la trama de corrupción en Petrobras son investigados medio centenar de políticos, entre ellos varios cercanos a Lula, como el ex ministro de la presidencia, José Dirceu, o el ex tesorero del Partido de los Trabajadores (PT), Joao Vaccari Neto.
De acuerdo con la policía, las empresas obtenían contratos arreglados con Petrobras, inflaban los valores hasta un 4 por ciento y repartían las diferencias entre directores de la estatal y partidos políticos que amparaban las corruptelas.
Agencias