* Frente al aumento de los bestiales feminicidios y de la creciente violencia contra las mujeres oaxaqueñas, no podemos menos que sumarnos al clamor de todas las mujeres y hombres que apoyan a Erika Heredia.
* Mucho daño hacen al Grupo de Coordinación Oaxaca, conformado por los servidores públicos integrantes del Gabinete de Seguridad, las grillas aldeanas y, sobre todo, las intrigas palaciegas por malentendidos celos profesionales u oscuros intereses.
Es innegable que la corrupción e impunidad pudrieron a México todo. Gangrenaron, por tanto, a los mexicanos y a los oaxaqueños. El caldo de cultivo favorable es la simulación, la hipocresía y las amplias redes de complicidad.
Éstas se alimentan de la apatía, la cobardía y la indignidad, al renunciar a la defensa de nuestros más sagrados derechos humanos fundamentales, a la vida y la integridad física, a la libertad y seguridad personal y familiar.
A pesar de los esfuerzos individuales, que de manera excepcional se realizan por algunos servidores públicos, como el Fiscal General del Estado, Rubén Vasconcelos Méndez, esta decisión se ve rebasada por la realidad.
Mucho daño hacen al Grupo de Coordinación Oaxaca, conformado por los servidores públicos integrantes del Gabinete de Seguridad, las grillas aldeanas y, sobre todo, las intrigas palaciegas por malentendidos celos profesionales u oscuros intereses.
En los últimos días ha circulado profusamente en Facebook la digna y valiente denuncia de la joven oaxaqueña Erika Heredia, quien fue brutal y cobardemente agredida en un taxi por el conductor y un cómplice.
Frente al aumento de los bestiales feminicidios y de la creciente violencia contra las mujeres oaxaqueñas, no podemos menos que sumarnos al clamor de todas las mujeres y hombres que apoyan a Erika Heredia.
En las últimas semanas fue asesinada en la región de los Valles Centrales, la trabajadora de la educación María de la Luz Ruiz Cruz, y está desaparecida Nancy Castellanos López, presidenta municipal del DIF en Santiago Tenango, y esposa del edil de la población.
¡Justicia a Erika y a todas las mujeres asesinadas y violentadas en Oaxaca! Al mismo tiempo, demandamos mayor sensibilidad en la atención a las mujeres víctimas de violencia, para evitar que sean revictimizadas.
A partir de la premisa que no hay crimen perfecto, ni siquiera en tratándose de crímenes de Estado, es indispensable mayor voluntad política y, por supuesto, mayores recursos presupuestales, humanos y materiales, para castigar a los asesinos y agresores de mujeres.
Dada la trascendencia del impacto social de la denuncia de Erika Heredia demandamos la intervención del Fiscal General del Estado, Rubén Vasconcelos Méndez, y transcribimos íntegramente a continuación el texto publicado en su muro de Facebook:
“Pensé mucho en cómo compartir esto. Quiero empezar a grandes rasgos: el pasado julio tomé un taxi en la madrugada para viajar 7 cuadras, en el centro de Oaxaca, y el conductor no me llevó a casa, sino a una calle vacía donde otro hombre se subió a la parte de atrás y me cubrió la boca, mientras se acostaba sobre mí. Por el impacto del momento y forcejear con él (y golpearme) me desmayé. Al despertar un poco me arrastraron con el taxi en movimiento y no supe qué pasó, mientras estaba inconsciente”.
“Y sí, fui a denunciar. Las autoridades deberían tener un mejor sistema donde en una institución para mujeres te apoyen y no te juzguen. Mi experiencia ahí fue horrible: pasar horas sin bañarte (debido a las pruebas para corroborar o descartar una violación), donde describen visible falta de higiene, donde su apoyo psicológico tarda meses en llegar, donde omiten partes clave de tu declaración para archivar tu caso por pruebas insuficientes, te dicen que deberías estar estudiando en vez de salir con tus amigos o que si ya denunciaste algún abuso de antes estás haciendo algo mal porque hiciste que te pasara otra vez, que te lo buscaste; podría escribir otras 10 cosas más. Y sí, en casa nada me pasaría pero esta clase de eventos no les suceden exclusivamente a mujeres que salen de fiesta”.
“Probablemente, es de los días en los que más he llorado. Durante todo momento asumí lo peor: que tal vez habían abusado de mí, y que si lo habían hecho corría el riesgo de tener una ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual). O qué hubiera pasado si sólo encontraban mi cuerpo al día siguiente o si desaparecía. Y mientras pensaba esto una y otra vez, atardeció, y juro que ese fue el atardecer más hermoso de mi vida. Porque con todo y lo negativo que considere haber en mi vida no había nada que se comparara con estar aquí. Tuve suerte. E, incluso, así no entendería ni un poco lo que se siente perder a alguien de esta forma”.
“Las pruebas dieron negativo. Y me pregunto, si no se trata de solo tener un cuerpo frente a ti (incluso más, uno que no se resiste en este caso), ¿Entonces qué es? ¿Sentirse más fuerte o ver las reacciones de la otra persona cuando la atacas?”
“No tengo preparación en el área psicológica, pero no sé qué más pensar”.
“Sólo sé que tener la oportunidad de vivir es algo que no puedo poner en palabras”.
“Gracias si llegaron hasta aquí. De verdad, tengan cuidado, como dije (y lamentablemente) no es algo que sea propio de cierto escenario como lo es salir de noche”.
“Y, bueno, si quieren escuchar la situación completa o les ha pasado y necesitan apoyo, escríbanme, sea quien sea”.
“¡Ah! Y si se preguntan qué pasó con el taxi, no lo encontraron y no pudieron ubicarlo porque ninguna de las 5 cámaras públicas durante el trayecto servía. Además de que se tardaron 20 días en revisarlas”.
@efektoaguila