Se esperaba un vendaval que derribara al puntero en las encuestas. O un misil que descarrilara la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. Pero al candidato del Revolucionario Institucional y del Verde Ecologista ni siquiera lo despeinaron.
Más bien, alguien ajeno a la y los presidenciables, en menos de 30 segundos, terminó por robarse la noche en el Word Trade Center como en las redes sociales: Julia Orayen, una edecán que presta sus servicios en eventos deportivos y fue contratada por el IFE para repartir los boletos del orden de aparición de la candidata y los candidatos a la Presidencia de la República.
Con un vestido pegado y un revelador escote, Orayen se apropió de los reflectores y de la transmisión nacional del primero de dos debates organizados por la máxima autoridad electoral del país.
“¡Quiero una foto con ella!”, “¿cómo se llama esa edecán?”, “¡Carajo… ella ya ganó el debate!”, preguntaban y comentaban con algarabía los periodistas en la sala de prensa que se dispuso en el WTC
Tanta fue la atracción por la edecán, que en menos de dos horas Julia Orayen sumó 5 mil seguidores a su cuenta del ciberespacio.
Pero también el de anoche fue un debate en el que entre réplicas y contrarréplicas la candidata y los candidatos a la Presidencia de la República rayaron en lo chusco, tanto que hasta la periodista Guadalupe Juárez, en su calidad de moderadora del encuentro, reflejó en su rostro las escenas divertidas que protagonizaron la y los presidenciables.
Juárez no pudo evitar una larga, amplia sonrisa, cuando Obrador, al atacar a Peña Nieto, mostró, de cabeza, una fotografía del ex mandatario mexiquense con Carlos Salinas de Gortari.
O cuando Peña Nieto dijo que sería “muy clara” al exponer una de sus propustas. O la hilaridad que generaba una y otra vez Gabriel Quadri al estar remachando que Peña Nieto, Obrador y Vázquez Mota solo asistieron al debate para ponerse los guantes y no responder preguntas directas.
También hubo momentos en los que se tuvo la impresión de que se difuminaba la presencia de Josefina Vázquez Mota, ante los dimes y diretes entre Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.
La y los presidenciables tuvieron cada uno su participación inicial, luego, durante dos horas, abordaron en tres bloques cuatro grandes temas desarrollados en subtemas y preguntas: Economía y Empleo; Seguridad Pública y Justicia; Desarrollo Social y Desarrollo Sustentable.
Mientras, a las afueras del WTC, justo en la intersección de las calles de Filadelfia, Dakota y Minessota, pejistas, peñistas y chepinos y chepinas se disputaban el lugar a gritos y consignas, mientras decenas de policías federales y capitalinos intentaban contener los ánimos con vallas de metal.
Así, mientras Peña Nieto no dejaba de quejarse del escaso tiempo para proponer su proyecto de nación y al mismo tiempo dar respuesta a las “agresiones y a la navaja bien afilada” que según él le mostraban Vázquez Mota y Obrador, reporteros y reporteras que daban cobertura también se esmeraban en navegar por internet para obtener más datos de Orayen.
Ahora se sabe que ella, la edecán que se robó el debate, no solo trabaja en el ámbito deportivo, sino que fue playmate en la revista del conejito.
En la mayoría de los 150 computadoras que dispuso el área de Comunicación Social del IFE en la sala de prensa del WTC, se apreciaban fotografías de Julia Orayen en traje de baño, entre rocas y de fondo el mar.
En las redes sociales los comentarios fueron a granel: Roberto Remes, con la cuenta @GoberRemes, publicó: “IFE sexista. No hacía falta la Edecarne”.
Agencias