Hace unos días hice una pregunta legítima : ¿Habemos cada vez menos juaristas?
Y es que sus fechas conmemorativas pasan cada vez más desapercibidas y crece públicamente la presencia de sus detractores.
Nunca como ahora parecen más quienes ocupan tiempo y letras para destacar la “cara oscura” de Juárez.
Creo que fue Carlyle quien escribió que los héroes están hechos de basura y bronce , y en sus ensayos histórico biográficos , Enrique Krauze reitera la necesidad de bajarlos de su pedestal y juzgarlos como seres humanos.
Mi opinión es que hoy Juárez está mucho más expuesto desde la Presidencia de la República, por eso pareciera que los adversarios del Presidente deben ser naturalmente enemigos de Juárez.
Pero aunque Juárez es en el discurso la figura histórica central y aparente inspiración de este gobierno, en los hechos se ha hecho poco por “reencarnarlo”en “el Pueblo”.
Con todo el poder y los recursos de la Presidencia Juárez debería ser omnipresente en el inconsciente colectivo.
Auténticas políticas culturales y educativas deberían echarse a andar, no para decir mentiras, sino para mostrar a Juárez en sus luces, en su legado, en sus aciertos y sobre todo en la transformación que hizo del México de sus días y que seguimos gozando.
Pero Juárez se queda en el voluntarismo y en el discurso del Presidente y sus partidarios y aliados.
No trasciende, no baja. La palabra del Presidente no es suficiente y por eso a Juárez hoy lo hacen pedazos con su complacencia.
El amor del Presidente por Oaxaca debe partir de su orgullo juaristas y no de los votos ni simpatías políticas.
Ningún pueblo como el oaxaqueño venera tanto a Juárez. Y creo que es momento oportuno para hacerlo racionalmente, con conocimiento de causa, con entendimiento de la historia.
Hoy parecen racionales y sofisticados solo sus detractores. Solo ellos se adueñan de la historiografía y expulgan los hechos para condenarlo y casi expulsarlo del panteón de la patria.
Y nadie dice nada. Solo leen y pasan al siguiente tuit.
Juárez ha devenido en una víctima más de la polarización. Hemos hecho de Juárez sujeto de discurso político y debemos rescatarlo como sujeto de discurso histórico.
Debemos reivindicarlo , equilibrar las voces.
¿Dónde quedaron las logias masónicas y los círculos liberales? ¿Dónde están los juaristas? Manifiéstense!
*Magistrado de la Sala Constitucional del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca