La mayoría de los mexicanos que aún no tienen definido su voto son jóvenes de clase media, según la última encuesta realizada por Ipsos Bimsa del 23 al 28 de febrero de 2012.
Un 33% del electorado “indefinido”, cuya respuesta a los encuestadores sobre sus preferencias electorales es “No sabe/No contestó”, se concentra en jóvenes de entre 18 y 29 años de edad, y un 28% en edades de entre 30 y 44 años.
Sólo el 21% tiene entre 45 y 59 años de edad, y 18% más de 60.
Los llamados “indecisos” se concentran en los niveles socioeconómicos de clase media y media baja, donde está 54% de estos encuestados. El 39% lo representan las clases más pobres y sólo el 7% las altas.
El porcentaje de hombres y mujeres que componen dicho sector es de 49% contra 51%.
Un 20% de los votantes es catalogado como “indefinido” por esta encuesta, porcentaje similar a las estimaciones de marzo de Parametría, Consulta Mitofsky, Con Estadística y Buendía & Laredo, que reportan en promedio 20.12% de votantes que no manifestaron preferencia por alguno de los aspirantes a la Presidencia.
La medición que GEA-ISA hizo entre el 19 y este 21 de marzo, y que publicó este miércoles el “tracking diario” de Milenio, colocó a los indefinidos en 31.2%, superando el 31.1% de intención de voto del candidato priista Enrique Peña Nieto.
¿Por qué este perfil?
Adrián Villegas, director de estudios políticos y de gobierno de Ipsos-Bimsa, atribuye este perfil de los votantes “indefinidos” a la falta de interés de la juventud en los temas políticos.
“La predominancia de jóvenes dentro del electorado que no define preferencia es ya un comportamiento histórico, ya que desde tiempo muy atrás los jóvenes son los menos propensos a ir a votar (…) el nivel de cultura cívica e interés de los jóvenes en la política es muy bajo”, señaló.
Por otra parte, la alta proporción de población de niveles socioeconómicos bajos en el grupo puede responder a que existen muchas personas de ese sector que no salen a votar y tienen poco interés en el proceso político, de acuerdo con Villegas.
“Hay mucha gente del nivel socioeconómico que no va a votar, ya que existe mucho desdén y coraje hacia toda la clase política, atribuible al resentimiento de malestar a pesar del esfuerzo diario para salir adelante, lo cual genera desinterés y poca atención en los fenómenos electorales”, argumentó Villegas.
Agencias