El ex-senador panista Diego Fernández de Cevallos habría pedido dinero para el rescate que exigían sus secuestradores a diversos políticos, empresarios y sacerdotes en base a su “lealtad”, incluyendo a Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto.
En un comunicado que circula en internet desde el sábado pasado, los secuestradores, que ahora se identifican como “Red por la Transformación”, describen que Fernández de Cevallos envió cartas pidiendo dinero a una larga lista de políticos, empresarios y prelados, incluyendo a Carlos Salinas de Gortari, Enrique Peña Nieto, Emilio Azcárraga Jean, Onésimo Cepeda, Juan Sandoval Íñiguez, Norberto Rivera, Claudio X González, Carlos Slim, Roberto Harp, Santiago Creel, Lorenzo Zambrano, Lorenzo Servitje, Alberto Bailleres, Manlio Fabio Beltrones y Elba Esther Gordillo, entre otros.
Dice textual la segunda parte del comunicado:
“El Jefe Diego es otro nudo por donde atraviesan múltiples historias turbias. Ahora conocemos de cierto los modos de los trabajos y oficios con los que se maneja, las personas con las que trata y algunas de las que han sido sus más logradas empresas. Con nada que ocultar la mafia ha sido enumerada en las cartas elaboradas y dirigidas por el propio Diego a sus “benefactores”, reclamándoles apoyo económico en correspondencia a su lealtad y a sus servicios: Carlos Salinas de Gortari, Carlos Slim, Roberto Hernández, Alfredo Harp, Alberto Bailleres, Claudio X González, Lorenzo Servitje, Lorenzo Zambrano, Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Quintana, Ignacio Loyola, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón, Juan Sandoval Íñiguez, Onésimo Cepeda, Norberto Rivera Carrera, Roberto Madrazo, Jorge Hank Ronh, Santiago Creel, Enrique Peña Nieto, Carlos Romero Dechamps, Elba Esther Gordillo, entre otros. Se establecen diversas relaciones entre empresarios, políticos, la Iglesia, el narcotráfico, las redes de crimen organizado, el ejército, los grupos paramilitares, las televisoras, etc. Estas relaciones están regidas por entendidos más allá de la legalidad, por dentro y fuera de toda apariencia de normatividad; son feudos de una maraña de poderes en pugna y con el control del país.”
La tercera parte del comunicado revela el por qué del secuestro de Fernández de Cevallos: como “acto de desagravio” por diversos agravios cometidos a juicio de los secuestradores:
“En breve, Diego Fernández de Cevallos Ramos es un operador de la oligarquía neoliberal y de la ultraderecha fundamentalista, un traficante de influencias, un mercenario de los juzgados, un legislador a sueldo, un rentista de la crisis y un defensor de los grandes capos de la droga. Por ello su aprehensión fue una actividad pensada y realizada como un acto de desagravio.
“Tomarlo prisionero, exhibirlo y obligarlo a devolver una milésima de lo robado constituyó además un golpe político a la plutocracia y a sus instituciones; una demostración de la voluntad de lucha y de la capacidad operativa de los “descalzonados”, como él nos denomina; una demostración de que nadie, por poderoso que sea, puede ser intocable; una demostración de que con unidad de acción se puede doblegar la voluntad del enemigo y combatir la impunidad.
“Pocas veces se había percibido el miedo, la confusión y el enojo que una imagen puede generar en la poderosa elite gobernante, como lo hizo la primera foto del jefe Diego cautivo que empezó a circular en internet, y que los medios de comunicación se vieron obligados a difundir. En ella se le pudo observar no con la prepotencia ni el cinismo de los que ha hecho gala el trasnochado encomendero a lo largo de su vida personal y política, sino en la total indefensión, casi parecida a la que vivimos y a la que hemos sido sometidos la mayoría de mexicanos, sólo que con una notable diferencia: A Diego le fue respetada su integridad física sin el desprecio que por la vida humana demuestra el poder con Nosotros.”
Cabe señalar que hasta el momento no se tiene información de que Fernández de Cevallos haya sido liberado aún, aunque los secuestradores aseguran que si liberación ya está cercana.
SDP