* El acuerdo de paridad del INE fortalece la posibilidad que el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa y dos factótums más decidan establecer un parteaguas histórico en Oaxaca, tierra de Margarita Maza de Juárez.
* Los astros se alinean, primeramente, a favor de la consumada activista y presidenta de la Fundación Arte y Manos Oaxaqueñas (AMO), Ivette Morán Rodríguez de Murat, así como de Narcedalia Ramírez Pineda y la senadora Susana Harp Iturribarría.
Los grandes electores, con voz y voto, en la próxima Gobernación de Oaxaca, indiscutiblemente, serán el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Alejandro Murat Hinojosa.
Habrá, desde luego, dos actores más con voz, sin voto, pero con derecho de veto, cuya opinión tendrá que ser escuchada, a querer o no, guste o no, al margen de filias y fobias, porque son factótum.
El INE emitió los criterios generales para garantizar el principio de paridad de género en la postulación de candidaturas a las gubernaturas en los Procesos Electorales Locales 2021-2022.
El Acuerdo aprobado obliga a los partidos políticos nacionales a registrar a candidatas en, al menos, tres de las seis entidades que renovarán las titularidades de sus Poderes Ejecutivos en 2022.
El INE dio un giro radical a las condiciones y expectativas existentes horas antes que antier viernes emitiera sus criterios con independencia de la alianza electoral que se establezca en cada contienda.
Aun cuando el Acuerdo del Instituto Nacional Electoral no precisa que los criterios de paridad obligada deberán aplicarse en Oaxaca, se capitalizarán para sentar un positivo precedente nacional.
Quienes saben aseguran que en Tamaulipas será candidato de Morena Américo Villarreal Anaya, en Hidalgo va amarrado Francisco Xavier Berganza y en Durango será Alejandro González Yáñez del PT.
Se fortalecen así las posibilidades que el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa y los factótums, establezcan un singular parteaguas histórico en Oaxaca.
No hay que olvidar en ningún momento que Alejandro Murat Hinojosa es el gobernador consentido y con sentido del presidente López Obrador, quien se queda sin leales por la traición de personajes como Ricardo Monreal.
En tales condiciones, los astros se alinean a favor, primeramente, de la consumada activista social y presidenta de la Fundación Arte y Manos Oaxaqueñas (AMO), Ivette Morán Rodríguez de Murat.
Lanzamos nuestro cuarto a espadas a sabiendas que abrirá las puertas del infierno para pretender descalificar, fallidamente, nuestros dichos, sustentados en hechos evidentes a la vista de todos.
Independientemente de las encuestas que generalmente favorecen a quien las paga, es público y notorio que la presidenta honoraria del Sistema DIF Estatal es la mujer mejor posicionada en Oaxaca.
Para nadie es desconocido que gran parte de los más de cien mil votos que marcaron la diferencia entre Alejandro Murat y Pepetoño Estefan, su más cercano competidor en las elecciones, los obtuvo su esposa.
No obstante el intenso trabajo del mandatario estatal su incansable esposa marca una clara diferencia con él al recorrer en cinco años prácticamente dos veces las ocho regiones y la mayoría de los 570 municipios del estrado.
La esposa del gobernador repetidamente ha sostenido que no le interesa ser candidata a la Gobernación de Oaxaca, pero su corazón seguramente late al estar dispuesta a sacrificarse si el pueblo se lo pide.
De no aceptar Ivette Morán de Murat suceder a su esposo en la Gobernación de Oaxaca llevaría mano Narcedalia Ramírez Pineda, hija del ex gobernador Heladio y hermana de Luis Antonio, director general del ISSSTE, que ayudó a sanear las finanzas de la Secretaría de Salud de Oaxaca.
Tiene a su favor, asimismo, los positivos resultados entregados como ex directora general del Instituto Nacional de la Economía Social (INAES) actualmente órgano desconcentrado de la Secretaría de Bienestar.
Entre los positivos de Narcedalia destaca, también, su formación académica con la licenciatura en Administración de Empresas, maestría en Administración, diplomados en Gobierno y Políticas Públicas y Filantropía.
Su trabajo se refuerza con su experiencia como Directora de Atención a Organizaciones Campesinas Fondo Nacional de Apoyo a las Empresas de Solidaridad (FONAES) en la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL).
Al mismo tiempo, a Narcedalia Ramírez Pineda favorece sobremanera ser hija del ex gobernador Heladio Ramírez López, además de la histórica amistad de toda una vida política de Heladio con Pepe Murat, a cuyo hijo apoyó Heladio.
Por si lo anterior tuviera poco peso y no bastara, a Heladio y Pepe les une la amistad y protege la sombra de Luis Echeverría al igual que a Andrés Manuel López Obrador, lo que de ninguna manera, es asunto menor.
Por consigna del ex presidente Echeverría, el ex gobernador oaxaqueño no sólo canceló el desayuno y reunión como líder nacional de la CNC en Durango con el candidato presidencial Roberto Madrazo, sino que apoyó a López Obrador.
A ello se suma el hecho que junto con Ignacio Ovalle Fernández, otro echeverrista puro, hoy director de SEGALMEX, Heladio apoyó en la Ciudad de México a AMLO tras romper relaciones con el gobernador de Tabasco Enrique González Pedrero. Y AMLO jamás olvida favores.
No hay que descartar, tampoco, la posibilidad real que tiene la senadora Susana Harp Iturribarría, no sólo por el parentesco en cuarto grado con Alfredo Harp Helú y de este con Carlos Slim Helú, sino por la cercanía con Beatriz Gutierrez Müller.
Obviamente, el presidente Andrés Manuel López Obrador nuevamente puede escuchar y atender la sugerencia de su esposa, como siempre lo ha hecho, no solamente en materia de historia nacional, sino también en materia política. Al tiempo.
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