Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló que, aunque México realiza una inversión importante en los niños (2 billones 788 mil 290 millones de pesos en cuatro años, que equivalen a 6.24% del PIB), la distribución se ha dado de manera desigual ya que 99 de cada 100 pesos se han destinado a salud y educación, y menos de 1% a programas destinados a proteger a los menores contra la violencia, abuso o explotación.
El 1% restante, durante 2010, se dividió en dos áreas: 7 mil 499 millones de pesos se destinaron a cubrir el “derecho a la protección” contra la violencia, el abuso, todas las formas de explotación y discriminación, que incluye además prevención, atención y acceso a la justicia, y 106 millones para cubrir el “derecho a la participación”.
“La inversión en estas áreas resultan insuficientes si se toma en cuenta que garantizar el derecho a la protección implica, entre otras cosas, la conformación de marcos legales para proteger los derechos de los niños y las niñas contra la violencia, el abuso y todas las formas de explotación y discriminación; la implementación de políticas públicas y la puesta en marcha de programas con ese fin”.
Ante Margarita Zavala, presidenta del DIF Nacional, y el secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero, la representante de la Unicef en México consideró que los resultados en Salud y Educación son muy alentadores, pero el gasto (42.3% de la inversión) que se distribuye a estados y municipios “de acuerdo al análisis la trasparencia en el ejercicio presupuestal de dichos fondos sigue siendo una tarea pendiente”.
En tanto, dijo, los programas sujetos a reglas de operación destinados a estos sectores, lo que significa tener un mejor seguimiento del ejercicio presupuestal y mayor trasparencia, representan solamente 15.27% de inversión.
Agustín Escobar, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política, precisó que en los últimos 10 años, a través del ramo 33 se ha destinado a estados y municipios más de 3 billones de pesos a la atención de menores, monto casi igual al gasto de siete secretarías federales.
Milenio