Inseguridad y violencia, carambola de tres bandas: Alfredo Martínez de Aguilar

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* En la coyuntura del impasse de la transición entre el gobierno priista saliente de Alejandro Murat y el morenista entrante de Salomón Jara, obligado es preguntar a quién beneficia la violencia.

* Esta genialmente perversa jugada golpea la línea de flotación política de los gobiernos de Alejandro Murat y de Salomón Jara, y siembra terror en la población de las diversas regiones.

 

 

Un principio del Derecho Romano usado en criminalística para definir líneas de investigación de un delito es “cui prodest scelus, is fecit”. Aquel a quien beneficia el crimen es quien lo ha cometido.

La locución latina utilizada por Séneca en la tragedia de Eurípides, Medea, da importantes luces para identificar a los probables autores intelectuales y materiales de los diversos crímenes.

La frase atribuida al cónsul romano Lucio Casio, y su uso popularizado por Cicerón, admite que el culpable use a los beneficiarios como “cabeza de turco” para distraer la atención sobre su persona.

A la luz de esta enseñanza de la cultura romana, base de la civilización occidental, podemos intentar desvelar a quién beneficia la creciente inseguridad y violencia en Oaxaca, capital y estado.

De entrada, tenemos que reparar en el efecto multiplicador que tiene la espiral de violencia en la capital oaxaqueña y en las diversas regiones de la entidad, con su consecuente baño de sangre.

Ayer miércoles 21 de septiembre de 2022, Oaxaca registró siete ejecuciones durante el día; uno en el Centro Histórico y los otros en el Río Salado, en Salina Cruz, Juchitán, Costa y Ejutla de Crespo.

En la coyuntura del impasse de la transición entre el gobierno priista saliente de Alejandro Murat y el morenista entrante de Salomón Jara, obligado es preguntar a quién beneficia la violencia.

A nuestro leal saber y entender las consecuencias del efecto multiplicador de la creciente inseguridad y violencia en Oaxaca, capital y estado es, sin duda, una carambola de tres bandas.

Esta genialmente perversa jugada golpea la línea de flotación política de los gobiernos de Alejandro Murat y de Salomón Jara, y siembra terror en la población de las diversas regiones.

Indispensable es pensar mal para acertar. La inseguridad y violencia delincuencial y política genera ingobernabilidad con los bloqueos, a los que se suman las ejecuciones, robos y asaltos violentos.

Si en la vida en general no hay casualidades ni azar del destino, sino causalidades, no podemos descartar la existencia de una mano negra que mece la cuna de la violencia delincuencial y política.

A quién beneficia que diversas organizaciones sociales tomen por asalto y sitien la capital oaxaqueña con sus bloqueos de calles, carreteras y cruceros estratégicos como el del aeropuerto.

Los hechos desmienten a quienes por intereses mezquinos y/o complicidad pretenden descalificar nuestras críticas. Ahí está la ejecución del exlíder de la CANACINTRA, Adalberto Castillo González.

Y la invasión-expropiación de Gugar por la pseudo izquierda de la Sosa Nostra, Flavio y Horacio, para aterrar a los empresarios oaxaqueños y fortalecer el mercado de embotelladoras transnacionales.

La concatenación de acciones hace presumir de manera fundada una escalada de violencia delincuencial y política como parte de un plan debidamente preconcebido y fielmente acatado.

No es una jalada de pelos de nuestra parte ni producto de un sueño de opio, mucho menos se trata de hacer periodismo “amarillista” por fantasioso y alarmista, sino de analizar la realidad.

Corresponde a los órganos de inteligencia civiles y militares hurgar y desentrañar los intríngulis de la creciente inseguridad y violencia. Políticos delincuentes y delincuentes políticos tienen dueño.

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila