La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aseguró que la situación de los jóvenes en México “es preocupante”, debido a que 19.2 millones, de entre 15 y 29 años, no están escolarizados, se quedaron en el rezago educativo —que les impide incorporarse al mercado de trabajo en condiciones de bienestar— y tampoco continúan con sus estudios superiores.
Dentro de este grupo, la OCDE identifica a 6.7 millones de jóvenes de la llamada generación de ninis, es decir, que “no estudian ni trabajan”.
En el estudio Mejorar las escuelas. Estrategias para la acción en México, el organismo internacional afirma que “si los jóvenes no están en la escuela o trabajando de manera formal, es muy probable que un porcentaje significativo de ellos trabaje en el sector informal (comercio no regulado o informal)”.
Al dimensionar el grupo de los ninis, la OCDE señala que este sector integra a 35% de los jóvenes en México. Esto significa que tres de cada 10 no han encontrado oportunidades ni de estudio ni de empleo.
Mientras que los 12.5 millones restantes de jóvenes de ese grupo tienen un empleo, aunque éste no les genera una situación de bienestar. Ellos integran 65% adicional entre los jóvenes de 15 a 29 años.
Este documento que elaboró la OCDE —y que fue entregado por el secretario general de ese organismo, Ángel Gurría, al secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, hace dos semanas— incluye un diagnóstico sobre las condiciones de la educación en México y recomendaciones para mejorar la calidad de la educación.
Durante la presentación del documento, José Ángel Gurría, también ex titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, enfatizó que la “clave para el progreso económico y social del país es mejorar los resultados de los estudiantes, reducir las tasas de deserción (60% de los jóvenes de entre 25 y 34 años no ha completado la educación media superior) y evitar desigualdades”.
Difícil panorama
Esta es la segunda ocasión —en menos de un mes— en que la OCDE dedica un espacio para abordar las condiciones de los jóvenes en nuestro país.
Durante la presentación del Panorama de la educación 2010, en septiembre pasado, Pedro García de León, jefe de Estadística de la División de Educación del organismo, afirmó que México tiene un “retraso” en las oportunidades educativas que brinda a los jóvenes.
García de Léon enfatizó que a pesar de que el gobierno de México ha realizado esfuerzos de inversión (5.7% de sus ingresos nacionales) y presenta “avances importantes” en la apertura de espacios para los jóvenes, “la evolución no ha sido positiva, puesto que aún sigue acumulando un retraso”.
“Poder acceder al mercado de trabajo y una necesidad importante de mano de obra parecen ser razones clave por las que los jóvenes no permanezcan en la escuela, quienes además se ven muchas veces en la necesidad de mantener a sus familias y a ellos mismos”, dice la OCDE en su reciente estudio.
Al contabilizar a 19.2 millones de jóvenes no escolarizados, el organismo afirma que “es la cifra más alta entre los países de la OCDE y naciones asociadas”.
El rector de la UNAM, José Narro, fue el primero en advertir —el 3 de diciembre de 2009, a partir de los resultados de la Encuesta Nacional de la Juventud 2005, elaborada por el Instituto Nacional de la Juventud— que en México el grupo que forman 7.5 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan es uno de los más vulnerables para ser cooptado por el crimen organizado.
El Universal