El Ayuntamiento de Oaxaca de Juárez tiene la plena conciencia de que el arte, más allá de su valor estético, también puede generar reflexión y conciencia acerca de la realidad que vivimos, por ello, a través de la Dirección de Cultura Municipal, ha proporcionado las facilidades para la instalación ¨2501 Migrantes¨ de Alejandro Santiago en la calle Macedonio Alcalá.
El martes 27 de diciembre, el edil capitalino Luis Ugartechea Begué, acompañado de Adelfo Regino Montes, secretario de Asuntos Indígenas de Oaxaca en representación del gobernador Gabino Cué y el artista, inauguró la primera parte de la instalación, compuesta por esculturas de cerámica cocidas a alta temperatura, cada una de ellas con rasgos individuales y que representan a las personas migrantes que Alejandro Santiago conmemora para que la comunidad no caiga en el pozo de la indiferencia y el olvido.
En al acto, que se llevó a cabo en la esquina de las calles Macedonio Alcalá y Gurrión, Alejandro Santiago agradeció brevemente la presencia de autoridades y público e inmediatamente, el Presidente Municipal de Oaxaca de Juárez hizo uso de la palabra y comentó que el Andador se convierte en un espacio de socialización, desde donde es posible ensayar otras miradas y establecer nuevas relaciones con antiguas problemáticas; un espacio abierto al arte que sitúa en su punto de mira la necesidad de transformar la realidad.
¨Las 2501 esculturas que habitarán nuestras calles, en otra etapa más de su camino errante, son también un testimonio de la dignidad de nuestros paisanos que trasponen fronteras en busca de una vida mejor¨, expresó.
La vía pública se convierte así, con la curaduría de Jorge Contreras, en un espacio con una vocación múltiple, de paseo, entretenimiento y admiración del arte, sí, pero también de confrontación con un fenómeno que afecta a miles de familias oaxaqueñas, y cuyas consecuencias son en el mayor de los casos devastadoras, pues no solo la pérdida de vidas humanas se cuenta en la balanza, sino también el desarraigo y la desaparición de expresiones culturales, así como el abandono de comunidades que, en algunos casos , son asentamientos centenarios, herederos de un acervo invaluable.
Cuando Alejandro Santiago, reconocido pintor, regresó a su lugar de origen, Teococuilco de Marcos Pérez , en la Sierra Norte de Oaxaca, entró en contacto con una realidad profundamente dolorosa: la ausencia de dos mil 500 paisanos y paisanas que habían emprendido el vuelo para buscar nuevas oportunidades de vida, porque las posibilidades en el terruño se habían agotado.
Después de haber conocido otras entidades de México y varios países, probado el éxito, tanto económico como artístico, Santiago se quiso refugiar en Teococuilco para renovar su creación artística y se dio cuenta que la desigualdad, que ha sido un flagelo permanente en México, había expulsado peligrosamente a una población significativa de su pueblo, el cual amenazaba en convertirse en una sombra de lo que fue.
Durante las fiestas, las y los migrantes regresan a su tierra, es en ese momento, cuando los desolados espacios se habitan efímeramente por quienes se fueron y ahora, regresan con sus hijas e hijos, quienes nacen más allá de la herida que, como dice Carlos Fuentes, es la frontera norte de México.
En el año 2001, Alejandro Santiago creó la primera escultura de cerámica, la que inauguraría un camino sostenido y azaroso , pero nunca dejado de lado por su creador, en la intención de restituir a las y los ausentes de su pueblo natal, hacer una conmemoración a todas estas personas y darle un rostro humano y particular al fenómeno de la migración, pues detrás de cada número hay una historia, detrás de cada estadística existen individuos con anhelos, ilusiones y una toma de decisión arriesgada: el partir para, tal vez, nunca más regresar.
El Edil capitalino señaló que Alejandro Santiago, a través del arte, nos ofrece una oportunidad para pensar y actuar, una oportunidad para el conocimiento a partir de su práctica artística y social; asimismo, abundó que nuestra ciudad y su patrimonio edificado, ofrecen un marco excepcional desde donde podemos desarrollar y debatir planteamientos de arte público, un arte ajeno a la posesión privada y un espacio potencial donde cuestionarnos como integrantes de una sociedad y como personas.
A diez años del inicio del proyecto, tras la creación de un espacio para la elaboración de las piezas, la búsqueda de patrocinios y el periplo de las esculturas en distintas ocasiones e institutos culturales como la Casa de la Cultura Oaxaqueña, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), el Fórum Monterrey 2007 y el Centro de las Artes de San Agustín (CASA), entre otros, ahora ¨2,501 Migrantes¨ recorre el camino de la calle Macedonio Alcalá, desde Santo Domingo y llegará al corazón de la Verde Antequera.