* El mensaje de más de un millón de mensajeros a nivel nacional, es más que claro: La Reforma Electoral, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador para destruir al INE, no pasará.
* No lo es únicamente para López Obrador, sino sobre todo para los dirigentes nacionales de los partidos de oposición, para que escuchen el sentir popular y voten en contra en el Congreso de la Unión.
La Reforma Electoral, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador para destruir al INE, no pasará. El mensaje de más de un millón de mensajeros a nivel nacional, es más que claro.
No lo es únicamente para AMLO, sino sobre todo para los dirigentes nacionales de los partidos de oposición, para que escuchen el sentir popular y voten en contra en el Congreso de la Unión.
Pero, especialmente, deben escucharlo los dirigentes y legisladores nacionales del PRI, que participaron en la Marcha por la Democracia en la Ciudad de México y las entidades federativas.
José Woldenberg, fundador del Instituto Federal Electoral (IFE) llamó a todos los grupos parlamentarios, a los congresos estatales y al federal “a defender la democracia” y oponerse a una Reforma Electoral que podría poner en riesgo la operación del Instituto Nacional Electoral (INE).
“No a la destrucción del INE. No a la destrucción de los institutos locales. No a la destrucción de los tribunales locales. No a la pretensión de alinear a los órganos electorales a la voluntad del gobierno. No al autoritarismo. Sí a la democracia. Sí a un México democrático”.
A nivel nacional participaron Alito Moreno, dirigente del PRI; el presidente del PAN, Marko Cortés Mendoza; y el líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano Grijalva.
Coincidieron políticos de la oposición, el expresidente Vicente Fox; el empresario Claudio X. González; la Senadora panista Lilly Téllez; la ex lideresa magisterial Elba Esther Gordillo y Ulises Ruiz.
También marcharon Santiago Creel Miranda, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; Margarita Zavala, Diputada federal del PAN y esposa del expresidente Felipe Calderón.
Los Senadores del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu; el Senador del blanquiazul Julen Rementería del Puerto, y los diputados del PAN, Jorge Triana y Gabriel Quadri.
El político sinaloense Manuel Jesús Clouthier Carrillo; la Alcaldesa de Álvaro Obregón, Lía Limón, el exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo; y Mariana Moguel, hija de Rosario Robles.
A nivel local marcharon Javier Villacaña, líder estatal del PRI, y Alfonso Gómez Sandoval; Jaime Zorrilla, dirigente de la CANACO, Delfina Prieto, Rebeca Cervantes y personajes controvertidos como Bulmaro Rito Salinas.
También participaron los consejeros de CANACO y COPARMEX, Eduardo García Moreno y Ernesto Gutiérrez Jiménez, entre otros, entre consignas en defensa del INE, el Himno Nacional y banderas.
La intensa y permanente campaña de polarización presidencial desde las “mañaneras” para dividir y enfrentar a los mexicanos, logró el milagro de unir a los diversos sectores sociales… en contra.
En un ejercicio de creación de escenarios políticos futuros, podemos adelantar que la marcha es el resurgimiento de la vieja resistencia civil y el inicio de la convocatoria a estallar un paro nacional.
El Frente Cívico Nacional, organizador de la marcha en defensa del INE, anunció en Nuevo León que están dispuestos a iniciar acciones de resistencia civil pacífica en el país, incluso la posibilidad de tomar los congresos estatales y federal para evitar la aprobación de la reforma electoral.
Una vez más, lo que bien podemos llamar el inicio de la “primavera mexicana” a semejanza de la “primavera árabe”, corre por cuenta de los sectores productivos de clase media y media alta.
Gustavo de Hoyos, empresario y promotor de la marcha en defensa del INE, dijo que los ciudadanos perdieron el miedo de salir a manifestarse a las calles, porque no son propiedad del presidente Andrés Manuel López Obrador ni de Morena.
Sin ser simplista, la razón es muy simple y sencilla: Son los sectores más y mejor informados y, por tanto, conscientes. Son los más golpeados por la crisis económica, laboral, de salud y la inseguridad.
Son micro, pequeños y medianos empresarios que siguen arriesgando el capital que representa su patrimonio familiar. Son profesionales independientes que se han quedado sin trabajo ni salario.
Cegado por la soberbia y la desesperación al ver que el cambio de régimen de la 4T no se consolida, AMLO comete el grave error de los conquistadores: abrir varios frentes de lucha al mismo tiempo.
En cambio, el presidente López Obrador observa angustiado que su periodo de gobierno avanza lenta, pero inexorablemente hacia el final, al entrar de lleno en el cuarto año de su sexenio.
Además, con la Iglesia Católica ha topado el presidente de orientación cristiana pentecostal. Empiezan a pasar la factura por los agravios y asesinatos impunes de sacerdotes y religiosos jesuitas.
El Papa Francisco pide no dejarse “seducir por los cantos de sirena del populismo”, mientras la Arquidiócesis rechaza la Reforma Electoral y dice que el INE sufre una “campaña de difamación”.
La iniciativa de reforma presidencial “pretende debilitar” la autonomía del INE y “cambiar su estructura, poniendo en riesgo la democracia y las libertades que se han conquistado como Nación mexicana”.
No faltaron los provocadores. En el Monumento a Cuauhtémoc, un grupo decidió enfrentarse a los manifestantes con consignas contra el “INE corrupto”. “¿Por qué defienden al INE y sus salarios?”.
Al final de la marcha en defensa del INE, en la Alameda de León, un provocador solitario gritó entre los manifestantes. “Es un honor estar con López Obrador”, recibiendo en respuesta una rechifla.
@efektoaguila