* Antes del sabotaje al TEEO se ha creado el ambiente propicio como caldo de cultivo de la violencia política con el linchamiento de la presidenta Elizabeth Bautista Velasco por su presunta parcialidad.
* De seguirse alineando los astros a favor del candidato del PRI a la Gobernación de Oaxaca, Alejandro Avilés Álvarez, tan puro, duro y rudo como Salomón, mantendría la alianza con López Obrador.
Si rescatamos la memoria histórica del último medio siglo de conflictos políticos prefabricados en Oaxaca resultará relativamente fácil y sencillo entender el presente convulso con miras al futuro.
A lo largo de este periodo, desde la década de los 70, hay una constante histórica: Incendiar Oaxaca de manera recurrente como estrategia del orden del caos para sembrar el terror y lograr gobernar.
Entendible, jamás justificable, porque en la real politik así se ejerce el poder en un pueblo indigno y desgüevado, por apático, cobarde y/o cómplice y, sobre todo, desorganizado ciudadanamente.
El incendio de las oficinas del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca (TEEO) es solo el inicio del incendio, otra vez, de Oaxaca. Y faltan los enfrentamientos, con muertos y heridos en las regiones.
Antes del sabotaje al TEEO se ha creado el ambiente propicio como caldo de cultivo de la violencia política con el linchamiento de la presidenta Elizabeth Bautista Velasco por su presunta parcialidad.
Para nadie es un secreto que Elizabeth Bautista Velasco, presidenta del TEEO está al servicio de Salomón Jara. No hay que olvidar que le debe su imposición desde el Senado de la República.
Hábil y perverso como es el senador serrano al igual que sus homólogos, a lo largo de las últimas décadas ha ido construyendo una amplia estructura político-electoral con cuadros propios.
Al senador Salomón Jara Cruz se le puede acusar de muchas cosas negativas, fundada o infundadamente, con razón o sin esta, pero no es, de ninguna manera, improvisado y menos tarugo.
Sus enemigos de hoy y él se conocen entre sí sus artimañas y fuentes de financiamiento legítimas o ilegítimas. Algún tiempo fueron amigos y cómplices e, incluso, tuvieron el mismo fierro en las ancas.
Esta realidad da un sesgo singular al actual proceso electoral y de manera especial a la jornada comicial del próximo 5 de junio en los cuales se espera un final cardíaco de pronóstico reservado.
No es para menos. Por su privilegiada posición estratégica geopolítica en la cintura del continente americano, Oaxaca se ha convertido en la joya de la corona del gobierno de la 4T y de Morena.
Aun cuando al presidente Andrés Manuel López Obrador le gustaría que su amigo Salomón Jara Cruz ganara la elección a la Gobernación de Oaxaca, en realidad, no le preocupa si no ocurre así.
De seguirse alineando los astros a favor del candidato del PRI a la Gobernación de Oaxaca, Alejandro Avilés Álvarez, tan puro, duro y rudo como Salomón, mantendría la alianza con López Obrador.
Aun cuando ha sabido cobrar caros sus servicios, AAA ha dado suficientes muestras en el Congreso del Estado que sabe operar, negociar y, por supuesto, concertacesionar, como se ha requerido.
Por demás imperioso resulta que la Fiscalía General de la República atraiga la investigación del incendio de las oficinas del TEEO, toda vez que bien puede tipificarse como una acción terrorista.
En las propias oficinas del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca debe haber cámaras de videovigilancia y si no las hubiera seguramente las hay en las viviendas o negocios aledaños.
Llama poderosamente la atención el hecho que el o los policías que resguardan las oficinas no se hayan percatado del ruido provocado por el movimiento de los incendiarios, previo al incendio.
Además, los pirómanos que han incendiado Oaxaca son de sobra conocidos públicamente sin descartar, desde luego, que el incendio haya sido provocado como resultado del “fuego amigo”.
Dicho está que en política no hay casualidades, sino causalidades, dado que nada ocurre por caso fortuito, azares del destino o por generación espontánea. Así lo prueba la escalada de agitación.
No es nada casual, sino acciones concertadas que organizaciones y dirigentes políticos radicales, como Erangelio Mendoza González, y el Frente Popular Revolucionario nuevamente accionen.
Erangelio, supervisores y jefes de sector pretextan para instalar un plantón indefinido en el zócalo, exigir plazas automáticas para los recién egresados normalistas, aunque no estén titulados.
Mientras el exlíder de la Sección XXII encabezó la marcha de supervisores y jefes de sector para demandar apoyos, los milicianos del FPR bloquearon el estratégico crucero del Aeropuerto.
De nada sirve que el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca les de todo. No tienen límite. En 2021 se ejercieron más de 5 millones de pesos en equipo de oficina de las supervisiones.
Se paga renta de inmuebles y servicios, se designaron 27 plazas a inspectores, jefes de sectores y directores de nivel y autorizó órdenes de presentación a 53 funcionarios de nivel primaria.
Además, con una inversión por un monto de 11 millones de pesos se ha dado mantenimiento y combustible a la plantilla vehicular, así como mejoras en instalaciones y equipamiento de cómputo.
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