-Infestados estamos cuando un virus domina la actividad celular, se reproduce y hace estallar la célula para que esos bichos se metan en otras células y enfermen todo el tejido.
-Esa es la definición más pragmática que encontré para explicar una infección severa de un virus en un cuerpo humano.
-Y eso parece que padecemos los oaxaqueños con los profesores que hoy marchan, bloquean calles, hacen mitin y plantón y desquician a la ciudad y a los ciudadanos.
-Lo peor, lo verdaderamente preocupante, lo increíble, lo desgraciado es que, como en el caso de cualquier virus, no hay cura para ello.
-Algunos virus pueden ser controlados y viven en las células sin causar problemas hasta que se activan, pero hay otros como el Ébola o el Ántrax que no pueden contenerse.
-El magisterio oaxaqueño es algo así como eso virus que no tienen cura y que terminan estrangulando la célula, deteriorando el tejido y causando la muerte. Parece que la misión de ese virus magisterial es acabar con nuestro tejido social Oaxaqueño.
-Los maestros destrozan la esperanza de superación de millones de niños y jóvenes en Oaxaca, desgarran la sociedad desquiciándola con sus protestas y finalmente polarizan a las familias deshaciendo el tejido social.
-Hoy Oaxaca estará enferma, sus arterias tapadas, su presión al tope y comenzará la temperatura cíclica de cada mayo cuando los profesores atacan como la gripe en época de frío.
-NO hay cura, pero el gobierno aplicará una aspirina para tratar de calmar los síntomas de esta “lucha de mayo” que –como dijera gabino el de las minúsculas- ya forma parte de las costumbres y las tradiciones de Oaxaca.