Diana Méndez
En las últimas semanas, en la capital oaxaqueña se ha visto un notable incremento en el número de vendedores ambulantes que ocupan las principales calles y avenidas de la ciudad. Por las fiestas de la Guelaguetza se instalaron puestos ambulantes, los cuales en su mayoría fueron autorizados por el secretario del municipio de Oaxaca de Juárez, Felipe Canseco.
El incremento del ambulantaje ha sido particularmente visible en el Centro Histórico, Andador Turístico y calles aledañas a Santo Domingo de Guzmán, quienes ofrecen una variedad de productos, desde alimentos y artesanías hasta ropa y souvenirs.
Si bien esta actividad puede generar ingresos para muchas familias, también ha generado congestión en las áreas más transitadas y ha afectado la visibilidad y accesibilidad para peatones y vehículos, así como también se han visto fuertemente afectados los comercios establecidos.
Pese a los operativos para desalojar a los vendedores no autorizados y ofrecer alternativas en lugares, estas acciones han sido recibidas con resistencia por parte de los vendedores ambulantes, quienes argumentan que funcionarios municipales les han autorizado los espacios para venta, otros más como parte de su lucha en contra de las autoridades.
Mientras tanto, la situación continúa siendo un desafío para el gobierno municipal de Francisco Martínez Neri, que debe encontrar un equilibrio entre la regulación del comercio ambulante y el apoyo a los sectores más vulnerables de la población.