A pesar de que la producción de ladrillos en la comunidad de San Agustín Yatareni se ha convertido en el principal sustento económico esta actividad sigue siendo “satanizada”; sin embargo al menos 150 hornos se regulan bajo una norma ambiental.
“Estamos dentro del reglamento, no por ello los más de 150 hornos establecidos en San Agustín se mantienen vigentes, dando el sustento diario a más de 400 familias; sin duda es la principal economía y fuente de trabajo para el municipio”, dice Marco Antonio Gutiérrez quien es uno de los más viejos en esta actividad.
En cuanto a los Hornos para la quema del ladrillo rojo, establece que es una actividad a la que la gente de su comunidad se ha dedicado, que es cierto que ha generado un gran problema de contaminación por las cercanías a la capital del estado, pero hoy hay un comité que junto con las autoridades ambientales aplica una norma, es por ello que hoy se tiene un horario para la quema.
A pesar de aplicar una norma regulatoria, el artesano de ladrillos reconoce que se tiende a modernizar la quema de ladrillo rojo, y aunque en algunos lugares han llegado a ponerse en práctica otras técnicas, no ha dado el resultado requerido.
En este sentido expresó que ahora ya no queman llantas ni plásticos, es uno de los lineamientos que exige la norma, y lo que utilizan como combustible es el aserrín; pero una cosa sí es cierta y real ç, a los dueños de los hornos les ha hecho falta el apoyo gubernamental y la llegada de nuevas tecnologías.
