El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enfrenta una “amenaza a su existencia y funcionamiento” debido a que el gasto por servicios médicos y los pagos que realiza a los trabajadores pensionados y jubilados han llegado al punto de que los recursos disponibles sólo alcanzan para financiar pensiones y prestaciones hasta el año 2012.
La situación del IMSS “es la más delicada de toda su historia”, aseguró su director, Daniel Karam Toumeh, al explicar que los montos de los pasivos de la institución son equivalentes a 56% del Producto Interno Bruto (PIB).
Dijo que el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de los propios trabajadores del instituto -que fueron contratados antes de 2008- implica una “presión financiera equivalente a casi 11 puntos porcentuales del PIB”. A esto se suma un “problema aún mayor” que tiene que ver con el gasto de los seguros médicos que brinda el Seguro Social y cuyo déficit es equivalente a más de 45 puntos del PIB.
Al presentar el balance financiero de la institución, durante la Centésima Primera Asamblea General Ordinaria del IMSS -realizada en el auditorio central del Centro Médico Siglo XXI-, Gustavo Nicolás Kuri Albertino, de la Comisión de Vigilancia del instituto, afirmó que, de acuerdo con valoraciones actuariales practicadas al instituto, esta situación mostrará sus efectos más adversos a partir de 2012.
“El tiempo se acorta y pronto será el año en el que las reservas financieras destinadas para el pago del régimen de jubilaciones y pensiones se agoten”, enfatizó al hacer públicas 15 recomendaciones para mejorar las condiciones del instituto.
Advirtió que “de no tomar medidas que alivien estructuralmente el problema financiero del instituto, los recursos disponibles por derechohabiente para el gasto de operación disminuirán significativamente, viéndose traducido directamente en la reducción de la calidad y en la atención en salud” de 50 millones de asegurados y sus familias.
FHC pide “solución de fondo”
Frente al panorama del IMSS, el presidente Felipe Calderón llamó a todos los sectores para que, “al margen de las coyunturas políticas, ideológicas o partidistas”, inicien la discusión sobre nuevas reformas en materia de jubilaciones y pensiones.
Tras reconocer que hay “conquistas irrenunciables”, expresó que los derechos de los trabajadores y la seguridad social son un logro del movimiento revolucionario de 1910. Dijo que hoy “es vital que exploremos todas las alternativas a fin de dotar de nueva fortaleza al IMSS, a fin de que pueda cumplir cabalmente con las obligaciones que tiene con derechohabientes, jubilados y pensionados”.
Ante trabajadores y representantes empresariales, el mandatario aseguró que el IMSS es “la columna vertebral de la seguridad social del país”, pero afirmó que en este momento enfrenta una situación estructural “muy delicada que ha puesto de manifiesto la urgencia de buscar una solución de fondo a sus problemas”.
Detalló que la compleja situación financiera del Seguro Social no puede resolverse con medidas meramente administrativas, incluso afirmó que el “uso de las reservas[…] no es ni puede ser la puerta de salida a las dificultades que enfrenta”.
Antes, el director del IMSS, Daniel Karam, dio a conocer que como alternativa de financiamiento se propuso transferir los recursos de los seguros de Invalidez y Vida, y del de Riesgos de Trabajo, para atender la salud de los derechohabientes.
Reconoció la labor del Congreso de la Unión, porque al aprobar la ley de Ingresos de 2011 se autorizó ese mecanismo para darle “viabilidad y larga vida al IMSS”.
En un ambiente de reconocimiento a la labor del sindicato del Seguro Social y a su dirigente, Valdemar Gutiérrez, José Luis Carazo, representante del sector obrero, dijo que la nómina de pensiones y jubilaciones del instituto crecen a un ritmo de 10% anual.
Jorge Dávila Flores, presidente de la Concanaco y miembro del consejo técnico del IMSS, dijo que en el sector patronal existe una “profunda preocupación por la difícil circunstancia”, al tiempo que se dijo dispuesto a participar en un “debate serio e informado” en el que participen también académicos y especialistas.
El Universal