La Tierra espera una llamarada solar, la cual se dejará ver en la magnetósfera en forma de auroras boreales en altas altitudes.
Especialistas esperan tormentas geomagnéticas moderas sin consecuencia para los sistemas eléctricos y de comunicaciones.
Se tenía previsto que la llamarada impactara a la Tierra la madrugada de ayer pero la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) lanzó un comunicado en el que advertía que la ráfaga había mostrado un decaimiento en su fuerza, con lo que atrasó su llegada
La NASA por su parte decidió posponer el lanzamiento del carguero Cygnus hacia la Estación Espacial Internacional.
La llamarada o eyección de masa coronal, fue lanzada el 7 de enero y pertenece a la categoría X1.2, una de las más altas. Proviene de una enorme mancha solar llamada AR1944, la cual mide 200 mil kilómetros y su núcleo se tragaría a tres planetas.
La actividad moderada de AR1944, había provocado su monitoreo desde hace semanas para estar preparados para el momento en que lanzara una llamarada con dirección hacia la Tierra.
En cuanto a los tripulantes de la EEI, no corren ningún peligro, por lo que no tendrán que guarecerse de la radiación.
Agencias