Aunque la población de Estados Unidos es cada vez más diversa étnicamente, en las redacciones de los medios de comunicación predominan los periodistas hombres y blancos, según una investigación de la revista The Atlantic.
Solo 22.4 por ciento de los periodistas de televisión, 13 por ciento de los trabajadores en radio, y 13.34 de la prensa diaria pertenecían a grupos minoritarios en 2014, aunque las minorías étnicas representan 37.4 por ciento de la población estadounidense, señala el informe.
En los medios escritos, el porcentaje de periodistas pertenecientes a las minorías fluctuó entre 11 y 14 por ciento en las últimas dos décadas, según el Centro de Investigación Pew y la Sociedad Estadounidense de Editores de Noticias (ASNE).
Muchos sostienen que este es un problema importante para un campo que se esfuerza por representar e informar a un público diverso, y preocupante para un medio que tiene el poder de influir en los puntos de vista de audiencias masivas.
“El periodismo debe ofrecer una visión desde diferentes puntos de vista sobre diversos temas y los medios de comunicación deben reflejar al público”, afirmó Pamela Moriniere, encargada de Comunicaciones y Derechos de Autor en la Federación Internacional de Periodistas.
“El riesgo es que, al limitar el acceso de las minorías étnicas a los medios, el público recibe una percepción errónea de la realidad y del lugar que las minorías tienen en la sociedad”, añadió.
La representación insuficiente de los periodistas de las minorías tiene efectos negativos sobre la calidad de la información.
“La consecuencia es que la cobertura de noticias carece de las perspectivas, la pericia y el conocimiento de estos grupos, así como de sus habilidades y experiencias específicas por motivo de quienes son”, señaló Alfredo Carbajal, jefe de redacción del diario Al Día de Dallas, editado en español, y uno de los responsables del Instituto de Liderazgo de las Minorías, de la ASNE.
“Si las redacciones no pueden mantenerse en contacto con los problemas, las preocupaciones, las esperanzas y los sueños de un público cada vez más diverso, esas organizaciones de noticias perderán su relevancia y serán remplazadas”, advirtió Chris Peck, presidente de la ASNE.
Los motivos de esta situación, según destacaron Carbajal y Peck, residen en la falta de oportunidades de los estudiantes de las minorías, en comparación con sus pares blancos.
“(Las empresas) periodísticas dependen desde hace demasiado tiempo (de un sistema) establecido para encontrar al talento dominado por contactos blancos, en su mayoría de clase media y clase media alta – escuelas, líderes actuales del periodismo, compañías de medios. Es una especie de círculo vicioso que evoluciona lentamente”, subrayó Peck.
Ese argumento se repite en un análisis del estudiante de doctorado Alex Williams, publicado en la revista Columbia Journalism Review.
Ante la afirmación de que los periódicos no pueden contratar a más periodistas minoritarios debido a la escasez de egresados universitarios, Williams analizó las encuestas anuales de posgrado que publica la Facultad Grady de Periodismo de la Universidad de Georgia.
Encontró que las minorías constituyeron 21.4 por ciento de los egresados en periodismo o comunicación entre 2004 y 2013.
“(Una cifra que no es alta, pero) que no es tan baja como el número de periodistas de minorías que trabajan en las salas de prensa de hoy” en Estados Unidos.
Más alarmante es que solo 49 por ciento de los egresados de minorías encontraron empleo al terminar sus estudios, mientras que esa cifra sube a 66 por ciento para sus pares de origen blanco, según Williams.
Un motivo que hace que los egresados de las minorías étnicas tengan dificultad para encontrar trabajo es que la mayoría de las salas de redacción ofrecen pasantías no remuneradas, algo que muchos de estos estudiantes no pueden permitirse debido a sus bajos ingresos.
Además, los estudiantes de minorías tienen más probabilidades de asistir a colegios menos dotados que quizás no tengan los recursos suficientes para publicar un periódico, añadió el estudio.
Otra razón está vinculada a las limitaciones financieras de los periódicos.
“Es todo un desafío para las organizaciones de noticias mantener una fuerza laboral diversa en momentos en que los medios de comunicación tradicionales tienen dificultades económicas”, sostuvo Peck.
Además, los contratos sindicales favorecen la desigualdad laboral, explicó Doris Truong, redactora del diario The Washington Post y presidenta provisoria de Unidad, una alianza integrada por la Asociación de Periodistas Asiático-Estadounidenses, la Asociación Nacional de Periodistas Lesbianas y Gays y la Asociación de Periodistas Indígenas Americanos.
“Una pieza de este rompecabezas son las políticas de despido y los contratos sindicales que a menudo recompensan la antigüedad y llevan a que aquellos que fueron contratados más recientemente se vayan primero.
“Muchos periodistas (de minorías) tienen los puestos de trabajo menos protegidos porque son los empleados de menor antigüedad”, aseguró Truong.
Entre las propuestas para aumentar la representación de estos periodistas, Moriniere señala la inclusión del periodismo de diversidad en los planes de estudio, diálogos en las salas de redacción sobre la representación de los grupos minoritarios, y la adopción de políticas de igualdad de oportunidades y no discriminación.
Peck hace hincapié en la importancia del “talento autóctono”.
“Identificar a aquellos estudiantes locales interesados en el periodismo y que tengan una conexión con una zona específica será un factor fundamental en la diversificación de las salas de redacción. Es un esfuerzo de largo plazo pero puede dar sus frutos”, expresó.
Organizaciones de la sociedad civil, como Unidad, apuntan a aumentar la representación de los grupos minoritarios en el periodismo y a promover una cobertura justa y completa sobre las cuestiones de diversidad, etnia y género.
Pero no solo estos periodistas están escasamente representados en los medios de noticias de Estados Unidos y el resto del mundo.
El Informe Mundial sobre la Condición de la Mujer en los Medios de Noticias, de la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios, señala que estas representan solo un tercio de la fuerza de trabajo en las 522 empresas periodísticas encuestadas en casi 60 países para el estudio.
Setenta y tres por ciento de los puestos directivos son ocupados por hombres, frente a apenas 27 por ciento de mujeres.
“Cuando se trata de la representación de las mujeres en las noticias, la situación es aún peor”, concluyó Moriniere.
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