Ignora Procuraduría de Guerrero quién disparó

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Policías estatales y ministeriales de Guerrero desalojaron a tiros a estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa que mantenían bloqueada la Autopista del Sol, en la entrada sur de Chilpancingo, estado de Guerrero, en una acción en la que también participó la PFP, dejando dos normalistas muertos, siete personas heridas y 24 detenidos.

 

Los manifestantes demandaban una audiencia con el gobernador, Ángel Aguirre, para solicitarle incremento a las raciones alimenticias y apertura de la matrícula escolar.

En conferencia de prensa, el procurador de Justicia, Alberto López Rosas, deslindó a la policía del estado de los disparos, y dijo ignorar qué elementos agredieron a los estudiantes. Horas antes, el gobernador dijo que no reprime y que sólo impuso el orden.

“Deslindamos categóricamente a las instancias del gobierno (del estado) de los disparos, porque la instrucción fue ir desarmados. La vigilancia siempre estuvo a cargo de la Policía Federal por tratarse de una carretera federal”, subrayó el procurador a MILENIO Televisión.

Por su parte, el vocero del gobierno estatal, Arturo Martínez Núñez, aseguró que la Policía Ministerial acudió desarmada al lugar y que los elementos que portaban rifles y pistolas tenían la orden de no disparar, aunque en fotos y video aparecen haciéndolo.

La PFP también se desmarcó de las muertes por medio de un comunicado.

El punto de partida

A las 11:00 de la mañana, el director de Gobernación estatal, Moisés Alcaraz Jiménez, fue informado de que seis autobuses repletos de estudiantes de Ayotzinapa se dirigían a protestar en Chilpancingo, de esos, dos ya estaban en el punto conocido como Tierras Prietas, en la entrada norte de la ciudad.

Al trasladarse a dicho punto, el funcionario observó que los dos autobuses ya avanzaban con dirección al sur, decidió seguirlos y llegó tras ellos a la entrada sur, justo en el acceso a la Autopista del Sol.

Alrededor de las 11:30 horas estableció el contacto con los normalistas y pidió 15 minutos para negociar la instalación de una mesa de trabajo con el gobernador Ángel Aguirre, que era lo que demandaban los inconformes.

A esa hora ya había en el lugar un centenar de elementos de la Policía del Estado habilitados como antimotines y un grupo de agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP).

A las 11:45 los federales avanzaron hacia los manifestantes, que en respuesta prendieron fuego a dos bombas de una gasolinera ubicada cerca de la protesta con la intención de replegar a los elementos policiacos. En ese hecho resultó con quemaduras de segundo y tercer grado Nicolás Rodríguez Salgado, empleado del establecimiento, ya que fue alcanzado por las llamas.

Alrededor de las 11: 50 se registron los primeros balazos al aire, y el director de Gobernación dijo ignorar quién accionó las armas, ya que por el incendio en la gasolinera corrió hacia las instalaciones de una tienda departamental.

Automovilistas que se quedaron varados aseguraron que la PFP accionó sus armas al aire para tratar de dispersar a los estudiantes y amedrentarlos.

A las 12:00 se generó un intercambio de piedras entre la Policía del estado y los normalistas; la superioridad numérica de los estudiantes se impuso y ganaron varios metros de carretera a los uniformados.

12:15: Los policías accionaron los lanzagranadas de gas lacrimógeno que tienen asignadas para dispersar las manifestaciones; los resultados fueron pocos, los estudiantes siguen arrojando piedras.

A las 12: 20 arribaron elementos de la Policía Ministerial, algunos uniformados con playeras y logotipos de la corporación, otros vestidos de civil, quienes descendieron de una camioneta no oficial y donde destacaba un hombre vestido con playera a rayas verdes y blancas, quien detonó en cinco ocasiones un arma larga contra los estudiantes.

En vialidades paralelas dispararon los ministeriales y del otro los federales, todas las armas apuntaron hacia el sur, detrás de dos autobuses que sirvieron de trinchera a los normalistas, que en su mayoría tenían el rostro cubierto con paliacates y playeras, ellos no dejaban de lanzar piedras y bombas molotov.

12:25: La balacera resurgió, los pocos reporteros que cubrían el hecho quedaron en medio de dos fuegos.

Luego de casi 20 minutos de ráfagas, la gente se ocultó en negocios o se resguardó tras muros. Había gritos de histeria, poco a poco los policías fueron cerrando filas, se coordinaban a gritos y con señas, los jóvenes comenzaron a replegarse, primero caminron lento mientras lanzaban sus piedras y sus bombas moloto, después dando completamente la espalda y emprendieron la huída.

A las 12:45 las ráfagas cesaron y los policías se reagrupaban, cada elemento con su corporación.

Los reporteros pudieron acercarse a la zona de fuego donde encontraron los cuerpos de dos jóvenes que no alcanzaron a huir: Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús. Eran las 12:50 horas.

Fuerzas externas intervinieron

A las 7 de la noche, el procurador general de Justica, Alberto López Rosas, ofreció una conferencia de prensa acompañado del vocero del gobierno estatal Arturo Martínez Núñez; del secretario de Seguridad Pública, Ramón Almonte Borja, y del director de Gobernación, Moisés Alcaraz Jiménez.

Todos deslindaron a las corporaciones locales de las muertes y señalaron que la atención del bloqueo siempre estuvo en manos de la PFP, por tratarse de una carretera federal.

El fiscal Alberto López Rosas presentó un rifle AK-47 decomisado a un joven de 19 años de nombre Nicolás Rodríguez Salgado, originario de Acapulco, que, afirmaron, no es estudiante de la normal.

“Esto nos indica que fuerzas externas a la Normal de Ayotzinapa estuvieron tras la protesta, que se realizó de manera atípica, en un día no hábil”, señaló López Rosas.

No dio más detalles, pero indicó que hay 24 personas detenidas y dos heridas, ofreció revisar las armas de los ministeriales a su cargo para saber cuáles fueron disparadas en el enfrentamiento.

Pero antes de terminar la rueda de prensa insistió en que sus elementos siempre tuvieron la consigna de no abrir fuego, defendieron la postura a pesar de que fotografías y videos reflejan lo contrario.

Milenio