El Instituto Federal Electoral (IFE) está preparado para enfrentar “el peor escenario” de la elección del próximo domingo, que comprenderá abrir y recontar las boletas de las más de 143 mil casillas que se instalarán en todo el país, aseguró el consejero presidente, Leonardo Valdés Zurita.
En entrevista con Grupo MILENIO, afirmó que la elección está blindada contra cualquier fraude y calificó de expresiones de “un análisis muy superficial”, aquellas que sugieren que se preparan ilegalidades en el proceso.
Valdés dijo también que con la actual elección presidencial, la reforma electoral que se realizó en 2007-2008 “pasó la prueba”, aunque serán necesarias algunas modificaciones en el futuro para perfeccionarla, como el modelo de comunicación política, a fin de eliminar la espotización de las campañas.
“Yo diría que estamos preparados para enfrentar incluso el peor escenario, que sería abrir y recontar las boletas de 143 mil casillas, y para el tema de la fiscalización de los recursos de los partidos políticos, la Unidad de Fiscalización se ha estado preparando para darnos certeza a los mexicanos de que también en esa área tan sensible de la democracia se actuó con legalidad, y si no fuera así, imponer las sanciones correspondientes”, detalló.
¿Está blindada la elección del próximo 1 de julio?
Sí, en las materias fundamentales, tenemos un padrón electoral muy actualizado, el más actualizado de la historia de nuestra democracia; además, tenemos una capacitación electoral de nuestros funcionarios muy bien realizada, hicimos la producción del material electoral con profesionalismo para que estuviera a tiempo y dispuesta para las verificaciones que se tienen que hacer en cada uno de los distritos, y también las juntas distritales y consejos distritales y locales han estado funcionando adecuadamente. Se aplicó el modelo de comunicación política, se resolvieron las controversias; lo único que falta es que los ciudadanos se decidan a votar. Espero que lo hagan masivamente.
¿El IFE está preparado para enfrentar el reto de una elección cerrada, cuando ya hay algunas organizaciones y candidatos que señalan que pudiera haber un fraude?
Con la ley electoral que tenemos, con las facultades que hoy tienen las autoridades electorales, hablar de un fraude que sea significativo para decidir el resultado final de la elección es muy difícil.
Yo, la verdad es que después de haber sido observador y participante de procesos electorales de hace muchos años, creo que hoy nuestro sistema electoral está blindado frente a esas posibilidades.
No veo más que algunas expresiones que son producto de un análisis muy superficial de la ley, de la actuación de las autoridades electorales, y que, además me parece, y esto es lo que tendremos que ir trascendiendo poco a poco, desconfían de los ciudadanos.
Hoy vamos a tener un millón de ciudadanos que van a ser funcionarios electorales, casi 600 mil de ellos van a ser los propietarios que estarán en las casillas, y son hombres y mujeres honestos, que no tienen vínculos con los partidos políticos que surgieron de un proceso regido por el azar, que fueron capacitados, que nos van regalar un día completo de su vida para que funcione nuestra democracia. Diría que no es conveniente desconfiar de ellos, no es conveniente que ellos se pudieran prestar a una situación ilegal.
¿Cuál será el número de representantes de partidos políticos en las casillas?
Por si eso fuera poco, más de dos millones de representantes de los partidos políticos, el día de la jornada electoral van a estar en las casillas, van a vigilar que se aplique la ley y los procedimientos para la efectividad del sufragio, para que sea libre y secreto.
Además, en la noche de la jornada van a presenciar el cómputo de la votación, van a ver cada una de las boletas y certificarán que son auténticas. También, si quieren, pueden firmar las boletas en la parte posterior para que cuando salgan de las urnas puedan verificar su autenticidad.
Esos dos millones de ciudadanos, que también le van a regalar su día a la democracia y van a representar los intereses de los partidos políticos, también se merecen la confianza de los ciudadanos en el sentido de que no van a permitir que se haga un fraude en la elección.
Y por si eso fuera poco, tenemos mil 800 consejeros electorales distritales que son apartidistas, imparciales, y que se han comprometido por meses para ocupar el papel de autoridad electoral.
Es la primera elección presidencial que se realiza después de la reforma electoral. ¿Pasó la prueba la legislación?
Sí. Como en todo sistema jurídico, no hay ley perfecta, y además siempre surgen fenómenos de la realidad que no fueron imaginados por el legislador, de tal suerte que siempre hay la oportunidad de perfeccionar la ley y de encontrar soluciones a nuevas problemáticas.
Para ponerlo en esos términos: Sí, nuestro sistema electoral reformado pasó la prueba, está pasándola y, diría yo que, como todo sistema electoral, requerirá después algunos ajustes para avanzar hacia su perfeccionamiento.
¿Qué aspectos deberían considerarse para su modificación?
Hoy, si una campaña de un diputado, senador o de un candidato presidencial rebasa el tope de gastos, la sanción es para el partido político. Es una sanción económica, son multas. Pueden ser muy elevadas, pero no tiene consecuencias sobre el hecho de que si ese candidato ganó la elección rinda protesta y ocupe la posición para la que fue postulado, hay quienes piensan que se debiera encontrar una fórmula para que, si se da ese escenario, quien ganó la elección habiendo rebasado el tope de gastos de campaña, no tome posesión porque esa sea una causal de nulidad de la elección.
Tendríamos que analizar la factibilidad de una reforma que le haga adecuaciones al modelo de comunicación política. Sería conveniente trascender el modelo de promocionales de 30 segundos para ir a espacios más amplios en los que partidos políticos puedan explicar de mejor manera sus plataformas, sus propuestas, el perfil de sus candidatos.
¿Con este modelo se dio la llamada espotización de las campañas?
Digamos que sí. El número de promocionales que se trasmitió es muy elevado, aunque también hay que decir que hubo un beneficio para la ciudadanía; probablemente la alta participación que tendremos en la jornada electoral tendrá que ver con el hecho de que los ciudadanos recibieron información sobre la elección.
Milenio