Javier Camberos Rivera, alias “El Chito”, el hombre que aseguró hace una década ser el único responsable de la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán, es considerado un reo nini, con una mala trayectoria dentro de la institución.
En medio de la ociosidad es como pasa sus días el hombre que ayudó a que uno de los capos más peligrosos de narcotráfico, a fugarse del penal de máxima seguridad de Puente Grande.
Al interior del Reclusorio Oriente, “El Chito”, no estudia ni trabaja, por lo que no tendrá posibilidad de que su pena, de 25 años de prisión, pudiera serle reducida a un 50% y ser preliberado.
Como muchos reos, “El Chito” ni estudia ni trabaja y tampoco cuenta alguna forma de hacerse de dinero para subsistir, por lo que se alimenta con la comida institucional, conocida como rancho.
No obstante dentro de su trayectoria como reo, se le ha decomisado un teléfono celular y un chip.
Él así como otros cuatro reos permanecen en prisión, vinculados con la fuga de uno de los hombres más poderosos dentro de los cárteles del narcotráfico, de un total de 59 excustodios y funcionarios que fueron aprehenidos por su presunta participación.
El 26 de junio del 2010, Leonardo Beltrán Santana, ex director del penal de Puente Grande, otro de los detenidos, salió preliberado.
El director recibió una sentencia condenatoria de 18 años y cuatro meses de prisión, pero el Cuarto Tribunal Unitario se la redujo a 11 años y cuatro meses.
Dicho individuo tenía una celda en el Dormitorio 9 del Reclusorio Oriente, considerado como zona de privilegios o protección donde estuvo debido a su condición de ex funcionario.
De él se sabe que trabaja ayudando a uno de sus hermanos en una notaria aledaña al Reclusorio Oriente.
“El Chito” aseguró al ser detenido que fue él sólo quien ayudó a Guzmán Loera a fugarse.
El entonces empleado de mantenimiento ayudó a “El Chapo” a escapar al esconderlo dentro de un carrito de lavandería.
“Encontré al señor en el cubículo médico del Módulo 3. Yo iba con un carrito en el que llevaba desechos. El señor Guzmán Loera me dijo que si lo podía apoyar para sacarlo. Le respondí que sí, que “como va”. Le dije que se subiera al carrito y lo tapé con maderas, balastras, lámparas y colchas”, fue su testimonio ante el juez, con lo cual decidió cargar con toda la responsabilidad y sin recibir ni un peso como paga, según su dicho.
El Universal