Como lo habíamos comentado la semana pasada, creo que sólo nos equivocamos en el tiempo, esta semana el “Gobierno de la Paz y el Progreso, no tuvo ninguno de los dos adjetivos antes planteados, en lugar de 4 meses sólo transcurrieron 2 días y el gobernador ya empezó a tener conflictos sociales de relevancia. La semana pasada, el zócalo de nuestra hermosa ciudad de Oaxaca de Juárez se convirtió una vez más en un campo de batalla, una pelea campal entre la policía y nuestra “querida” Sección 22 del magisterio Oaxaqueño.
Esto podría ser hasta algo normal por los acontecimientos que hemos vivido los últimos 5 años, primero el 2006 y después la cantidad de veces que la sección 22 se manifestó en contra del hoy ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz. Pero lo interesante de este asunto es que el magisterio oaxaqueño, fue quien apoyo a Gabino Cué en su campaña al Senado de la República en 2006 y de igual forma en la candidatura al gobierno del Estado el año pasado y si son aliados, ¿cómo es posible lo ocurrido?, ¿cómo es que se da tal rompimiento?.
Todo empieza con la llegada del Presidente de la República a la Ciudad, tras un recorrido realizado por una Universidad Privada, y el Hospital de Especialidades, arribó al Museo de Palacio, lugar donde la Sección 22 ya lo esperaba.
El Magisterio Oaxaqueño al querer ingresar al zócalo de la capital oaxaqueña para manifestar su repudio por la visita del Calderón Hinojosa, la Policía Federal no les permitió el paso, por lo que en cuestión de segundos empezaron a registrase empujones y conatos de violencia entre ambos grupos.
Dentro de Palacio de Gobierno todo transcurrió con toda normalidad, terminando el evento y como si nada pasara Felipe Calderón y Gabino Cué, se dirigieron rumbo al jardín etnobotánico a la comida que le ofrecieron al Presidente de la República.
En pleno pleito dan la instrucción al Secretario de Seguridad Publica para que salga a solucionarlo, este hace lo propio y se acerca a los manifestantes a intentar solucionar el conflicto pero para su mala suerte, ya era demasiado tarde, entre jaloneos, golpes y palabras altisonantes, regresa corriendo con la cola entre las patas.
Unas cuantas horas más de pleito y por fin pasada ya la tarde el conflicto termina, el Presidente regresa a la ciudad de México y Oaxaca vuelve a la normalidad, el saldo, unos cuantos heridos de ambos bandos, una ciudadanía espantada y cuantiosos daños materiales al patrimonio histórico de los Oaxaqueños.
Lo malo de este asunto es que Felipe Calderón, ha venido a Oaxaca en diferentes ocasiones y lo ocurrido el pasado martes no se había presentado en ningún otro momento, el gobierno de Gabino Cué únicamente demostró que su capacidad de operación y conciliación son nulas, que los asesores que le hablan al oído están haciendo las cosas mal y peor aún, que tenemos un gobernador que no le preocupa en lo mas mínimo lo que pueda suceder con la ciudadanía.
¡Una vez más estamos a merced de los estafadores del Estado!, ¡una vez más el futuro de Oaxaca es incierto!, estamos a punto de regresar a un 2006 con una gran diferencia, en esta ocasión la entidad si cuenta con el apoyo del Gobierno Federal, los que antes financiaban al “movimiento social” ahora son gobierno, y la oposición hoy ya se encuentra más unida que nunca.
Este gobierno por fin se da cuenta que no es lo mismo prometer que cumplir, no es lo mismo ser oposición que gobernar, pobre Gabino, el futuro que le espera es muy negro, con una Secretaria General Inexistente, un Secretario Particular queriéndolo controlar todo y regándola cada vez más y sin interlocutores que le puedan solucionar los conflictos, a casi 3 meses de haber empezado su mandato el gobierno de Oaxaca se ve más débil de lo que nunca se hubiera imaginado la ciudadanía, ¡cuidado Gobernador Cué tus enemigos están esperando estos errores para poder destruirte!, y por lo que vemos lo conseguirán muy pronto.
Mientras esperemos que la Sección 22 se dé cuenta que Oaxaca no se merece esto y recapacite y la ciudadanía a esperar, estamos viviendo con Gabino y sus aliados historias de amor y desamor.
