La “hiperglobalidad” y el libre comercio han provocado en este siglo una contracción de la participación salarial de los trabajadores en el valor agregado de las exportaciones, generando la desigualdad de ingresos en el mundo, al tiempo que se generan “burbujas financieras” en la economía mundial, advirtió la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) en su informe anual.
A nivel internacional, el trabajo perdió 3 puntos porcentuales en su participación del valor a las exportaciones de las cadenas globales al pasar de 55.2 a 52.2 por ciento entre los años 2000 y 2010. En México, cuya participación del trabajo era de sólo 31.7 por ciento al comenzar el siglo 21, hubo un retroceso de 8.4 puntos porcentuales, más del doble que el promedio mundial y cuatro veces más que los 2 puntos registrado en países de altos ingresos.
“Hay una desconexión importante entre el mundo financiero con el crecimiento real de la economía y de los salarios. La Unctad presenta cifras preocupantes con burbujas financieras, altísimas ganancias de los bancos y una estancada inversión en infraestructura, además de que la deuda a nivel mundial ha subido a niveles preocupantes por arriba del 50 por ciento del nivel que se tenía hace 10 años, cuando se produjo la crisis financiera mundial”, alertó Juan Carlos Moreno Brid, investigador de la UNAM, al participar en la presentación en México del informe de la Unctad.
Tan sólo la semana pasada, el índice financiero Nasdaq, la segunda bolsa de valores más grande de Estados Unidos, alcanzó un crecimiento de 500 por ciento y el Standard and Poor subió 300 por ciento, dijo a su vez José Luis de la Cruz, presidente del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC). Son las alzas más elevadas de últimos 25 años, en contraste con la evolución de la economía real, por lo que “la especulación puede estar presente y eso puede generar una burbuja, algo delicado en el sistema financiero y la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) no escapa a esta posible especulación”, abundó.
En su informe 2018, denominado “El poder, las plataformas y la quimera del libre comercio”, la Unctad fustiga que la hiperglobalización ha contribuido a agravar la desigualdad en todo el mundo así como los desequilibrios y tensiones comerciales.
En cambio, señala, sólo un pequeño grupo de empresas transnacionales concentran y dominan las transacciones mundiales, incrementan sus ganancias y hacen de los acuerdos y tratados de comercio internacionales “un mecanismo para búsqueda de rentas” y de incidencia en políticas internas de los países, desplazando el espacio al respecto de Estados e intereses nacionales.
De la Cruz destacó que los países con mayor crecimiento económicos son los que no siguieron de manera ortodoxa los programas de ajuste dictados por organismos multilaterales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y aunque sí participaron en la apertura económica y comercial aprovechando la globalización y transnacionalización, lo hicieron con priorizando el papel rector del Estado en la economía y privilegiando sus intereses nacionales, como es el caso de China, con su capitalismo estatal.
Alicia Puyana, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), consideró que la Unctad, “critica la hiperglobalización, pero no la globalización y el libre comercio”. En su diagnóstico, dijo, el organismo no asienta que la desigualdad se produjo durante la apertura comercial al tiempo que sostuvo que debe dejarse de pensar que los tratados comerciales sólo corresponde discutirlos a especialistas, técnicos, econometristas o matemáticos porque evidentemente afecta la vida de poblaciones y naciones enteras.
Fuente: jornada.com