“Todos los días los americanos necesitan un campeón, yo quiero ser esa campeona”, dijo Hillary el domingo al presentar su postulación como precandidata a la Presidencia de los Estados Unidos. Saltó nuevamente al ruedo de la política nacional en Estados Unidos, al anunciar una muy esperada campaña por la Casa Blanca. Lo hizo con un video y a través de las redes sociales. Además, en lugar de seguirlo con un acto de campaña, su plan es dirigrise a Iowa y Nueva Hampshire, los estados que votan primero en las elecciones primarias; el objetivo es conectarse directamente con los electores y lo quiere hacer en cafeterías, centros de cuidados infantiles y viviendas privadas. Por supuesto primero tiene que ganar la candidatura democrata y posteriormente la elección presidencial.
La ex secretaria de Estado, senadora federal y primera dama entra con fuerza para reemplazar a Barack Obama. Su mensaje se centra en retomar las causas que mueven a las personas y se presenta como una líder tenaz. Capaz de conseguir resultados. Lo hace con dos líneas: presentarse como una líder persistente y humilde.
Me hizo pensar sobre los procesos electorales que ahora estamos viviendo en Oaxaca y recuerdo una de las premisas claves de la estrategia electoral: en las elecciones, no hay formúlas secretas para ganar, pero hay aspectos básicos que no pueden pasar desapercibidos: un candidato con estrategia puede ganar o perder, pero uno sin estrategia seguro pierde. La construcción de una estrategia con posibilidad de éxito, implica un plan de investigación, que determina comprender al votante a través de la investigación cualitiativa y cuantitativa. En seguida, se construye una estrategia que es el documento donde se determinan la forma de ganar, y que usualmente se compone del número de votos que se necesitan para ganar y lo más importante donde se encuentran.
Finalmente, se encuentra la operación política, que son el conjunto de actividades que se necesitan para lograr que los votantes acudan a las urnas: la campaña.
Últimamente, existe una fiebre de encuestas y sondeos de opinión, todos ellos reflejan una fotografía de la realidad, lo único que hacen es medir la intención de votos. Personalmente, creo que se debe tener mucho cuidado y no confiarse, porque hay que tener presente que la encuesta se realiza en casa, las elecciones por el contrario ocurren en las urnas. Y de las casa a la casilla, muchas cosas pasan.
En Oaxaca, hemos podido ver de todo. Candidatos, candidatas y partidos políticos sin estrategias. Estrategias muy buenas, con no tan buenos candidatos. Y por supuesto ocurrencias, y las ocurrencias, como bien dice una gran amiga, son el peor enemigo de las estrategias.
Hillary, en la Unión Americana se perfila con esta nueva forma de hacer campañas: Identificando población objetivo y entrando al contacto con la gente a través de causas, con mensajes que transmiten a través de las emociones. Lo hace con planes congruentes y creíbles. No se si Hillary llegué a ser la primera presidenta mujer de los Estados Unidos, personalmente me gustaría verla; lo que si está claro es que está marcando una tendencia en cómo hacer campañas. En Oaxaca valdría la pena que los candidatos y candidatas que aspiran a gobernar y que están pasando por una elección, la volteran a ver.
Igmar Francisco Medina Matus
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