El rezago en materia de educación financiera es tangible, a pesar de que actualmente más de la mitad de la población hace uso de los servicios y productos financieros, señaló la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En el Informe Semanal de su Vocería, destaca que para fortalecer y profundizar a la educación financiera como un instrumento que mejore la economía de las familias y del país en su conjunto, el gobierno presentó la iniciativa de reforma financiera, actualmente en discusión en el Congreso de la Unión.
Esta reforma, expuso, busca que el crédito sea un motor para el desarrollo productivo incluyente, a través de un acceso a más financiamiento y que éste sea más barato, conservando en todo momento un sector financiero sólido.
Además, el 23 de septiembre pasado inició la sexta edición de la Semana Nacional de Educación Financiera (SNEF), cuyo objetivo es sumar esfuerzos para incorporar la educación financiera entre los recursos de las personas.
En esta semana se llevaron a cabo más de 700 actividades como conferencias, foros, talleres, obras de teatro, ferias y exposiciones para orientar a la población en cómo hacer un uso efectivo de los servicios y productos en beneficio de su economía a través de la participación de 76 instituciones públicas, privadas y educativas.
En complemento a estas actividades, menciona que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) iniciará este 29 de septiembre un Diplomado en Educación Financiera en su página electrónica, sin costo alguno.
Este diplomado, con duración de tres meses, está enfocado a conocer el sector financiero, los productos y servicios que se ofrecen, así como sus derechos y obligaciones, entre otros temas de interés.
Resalta que con estas acciones se posiciona a la inclusión financiera como una pieza fundamental para el sano desarrollo de la economía nacional y del sistema financiero, ya que permite igualar las oportunidades de desarrollo de las personas, hogares y regiones, a la vez que facilita la conversión de ahorros en proyectos productivos.
“Los esfuerzos y las acciones llevadas a cabo por el gobierno de la República en materia de inclusión y educación financiera buscan orientar a la población en cómo hacer un uso efectivo de los servicios y productos en beneficio de su economía familiar; este último, único indicador válido para evaluar la política económica en nuestro país”, precisa.
Según datos de Inclusión Financiera Global (Global Findex) del Banco Mundial (BM), 76 por ciento de la población mayor a 15 años en las economías de bajo ingreso no posee una cuenta bancaria en una institución financiera formal, no sólo debido a la pobreza, sino también a los costos, las distancias de traslado y la cantidad de trámites necesarios para obtenerla.
En tanto, para las economías de mediano ingreso corresponde 57 por ciento de la población, y 10 por ciento a las economías de alto ingreso, refiere la Secretaría de Hacienda en su reporte.
Por otra parte, 50 por ciento de la población a nivel mundial mayor a 15 años declara tener una cuenta en una institución financiera formal, y la penetración de las cuentas difiere marcadamente entre las economías de ingreso alto y las de bajo ingreso.
Mientras que en la zona euro y las economías de ingreso alto cerca de 90 por ciento de la población mayor a 15 años declara tener una cuenta formal, en economías de Europa (excluyendo la zona Euro) y Asia Central, América Latina y el Caribe, así como medio Oriente y el Norte de África, la penetración de cuentas bancarias asciende a 44.9, 39.3 y 17.7 por ciento, respectivamente.
Para México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) llevó a cabo la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF 2012), con la colaboración y asesoría técnica de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Ésta encontró que en México, 97 por ciento de la población adulta (77.6 millones de personas) tiene posibilidad de acceso al sistema financiero, pero sólo 56 por ciento (39.4 millones de personas) tiene contratado al menos un producto con el sistema financiero formal, ya sea una cuenta de ahorro, un crédito, algún tipo de seguro o una cuenta de ahorro para el retiro.
Según la encuesta, a nivel nacional, 35.5 por ciento de los adultos (25 millones) mantiene al menos un producto de depósito o ahorro formal a través de alguna institución financiera.
De estos usuarios, 60.5 por ciento mantiene cuentas de nómina, 46.6 por ciento cuentas de ahorro, 6.1 por ciento cuentas de cheques, y 5.1 por ciento ahorra mediante depósitos a plazo.
Por otra parte, 43.7 por ciento de los adultos (30.7 millones) ahorra a través de mecanismos diferentes a los ofrecidos por las instituciones financieras, entre los cuales, los más comunes son guardar dinero en efectivo (64.8 por ciento) y participar en tandas (31.7 por ciento).
Los usuarios de crédito formal representan 27.5 por ciento de la población adulta (19.3 millones), expone la dependencia.
Precisa que las tarjetas departamentales son el producto más utilizado (72.2 por ciento), seguido por las tarjetas bancarias (32.9 por ciento) y, con menores porcentajes de participación, los créditos personales, los grupales, el crédito de nómina, el hipotecario y el automotriz (12.9, 11.0, 9.3, 7.3 y 3.1 por ciento, respectivamente).
Mientras que, 33.7 por ciento de los adultos (23.7 millones) prefiere financiarse de manera informal a través de préstamos de la familia (57.4 por ciento) o de amigos (40.3 por ciento).
En materia de seguros, expuso que 22 por ciento de los adultos (15.5 millones) son usuarios de alguno privado, entre los que sobresalen los seguros de vida (79.0 por ciento), los de auto (32.9 por ciento) y los de gastos médicos (30.2 por ciento).
En tanto, 77 por ciento de los adultos (54 millones) no cuenta con algún tipo de seguro y esto se debe según lo reportado a su costo (42 por ciento), a que no los conocen o no saben dónde solicitarlos (20 por ciento), o bien, a que no se los han ofrecido (9.0 por ciento) o tienen desconfianza hacia las aseguradoras (4.0 por ciento).
En lo que respecta al ahorro para el retiro, la Secretaría de Hacienda menciona que sólo 27.8 por ciento de la población adulta (19.6 millones) mantiene una cuenta de este tipo (Afore).
En materia de educación financiera, apunta que del total de usuarios de una cuenta formal, el conocimiento del rendimiento o tasa de interés en cuentas de ahorro y sobre las comisiones en cuenta de cheques asciende al 38.9 por ciento y 67 por ciento, respectivamente.
Sobre los productos crediticios formales, los que tienen un mejor conocimiento de las comisiones que se cobran al utilizar estos productos son los usuarios de tarjetas de crédito bancarias (64 por ciento).
Por otro lado, 39 por ciento de los adultos sabe que sus ahorros están protegidos (seguro de depósito) ante la quiebra o insolvencia de los bancos, y en materia de seguro, los usuarios de seguros de auto son los que más conocen las condiciones de su cobertura (92 por ciento).
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