21:13 Luego de rescatar a una joven secuestrada por una banda hace 40 días, la policía encontró en un pozo tres cadáveres de personas que presuntamente fueron levantados y ejecutados en esta ciudad, informó el vocero de la procuraduría de Justicia, Adrián Cardeña Gálvez.
La joven Irene García May, hija de un ejidatario de Chiquilá, fue arrojada al pozo en un jardín cercano al fraccionamiento Villas Otoch; sus plagiarios al parecer la dieron por muerta tras torturarla como represalia porque la familia no entregó un millón de pesos que pidieron como rescate.
La muchacha logró escapar esta mañana por el pozo y a gritos pidió ayuda; una empleada que se trasladaba de su trabajo la escuchó y al acercarse la vio malherida y sangrante, la piel agusanada por la humedad y el hedor y llamó a la policía.
El Escuadrón de Rescate llevó a Irene al Hospital General en donde ella declaró que un comando armado la secuestró y la llevó a un sitio desconocido con los ojos vendados y atada de pies y manos, después de torturarla la arrojaron al pozo en donde dijo que se percató había otros muertos.
La policía acudió al lugar y rescató dos cadáveres, uno despedazado al parecer a golpes y otro con la cabeza sellada con cinta industrial, de manera similar al modo utilizado por la delincuencia organizada para ejecutar a personas en ajustes de cuentas; del tercero solo quedaban huesos.
La Cruz Roja reportó tres cadáveres rescatados del pozo en donde Irene estuvo encerrada: la policía judicial inició las investigaciones del caso.
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