La próxima vez que la pareja nos sorprenda, por enésima vez, revisando Facebook o si un amigo nos reclama por tuitear durante su boda, hay una respuesta contundente que los dejará a todos callados: es culpa del gen CHRNA4.
Ubicado en el cromosoma 20, este gen es conocido por determinar la permeabilidad de las conexiones entre neuronas ante estímulos placenteros. De hecho, se sabía que este gen estaba relacionado con la sensibilidad del sistema nervioso ante la nicotina, pero un grupo de investigadores en la universidad alemana de Bonn decidieron conocer si este gen tenía alguna relación con una adicción menos química y más tecnológica.
El grupo de cinco investigadores seleccionó un grupo de 132 personas con problemas de uso de Internet (personas que en una encuesta señalaron que pensaban en Internet todo el día y sentían algún grado de malestar al no tener acceso a la red) y analizó el genoma de dicho cromosoma, con el fin de conocer si existía algún patrón de anomalía entre los adictos a la red.
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