* El intento de asalto en la autopista 150D al alcalde capitalino electo, antes de llegar a la desviación de Tehuacán-Cuacnopalan, Puebla, de ninguna manera, es un asunto menor y sin trascendencia alguna.
* Sin actitud alarmista, no hay que olvidar que en política no hay casualidades y que Ray Chagoya representa la cara de una nueva generación de jóvenes políticos con prometedor futuro que afectan intereses creados.
Es por demás evidente, público y notorio que la espiral de inseguridad y violencia es creciente y cada vez más brutal en Oaxaca y en México en general, de manera particular en las carreteras.
El territorio oaxaqueño es estratégico en las rutas de tráfico de drogas, como lo prueba la caída de la avioneta tipo Cessna 210, cargada con media tonelada de cocaína, en San Francisco Ixhuatán.
La violencia ha roto las fronteras del código de honor de la delincuencia al asesinar a alcaldes como el de Chilpancingo, Alejandro Arcos, y al sacerdote Marcelo Pérez, en San Cristóbal de las Casas.
Desde hace tres años el padre Marcelo interpuso denuncias penales por las amenazas. No traía guardias. No traía camioneta blindada. La FGE sabía de dónde venían esas amenazas de muerte.
El clamor de justicia se globaliza. En la desaparición de la defensora de derechos humanos mixe Sandra Domínguez y el asesinato del sacerdote la ONU-DH insta a una investigación pronta y eficaz.
A la luz de los hechos sangrientos en Oaxaca, con cuerpos de hombres y mujeres descuartizados, ninguna medida preventiva en materia de seguridad personal y familiar, resulta hoy exagerada.
Sin “amarillismo” alguno es indispensable analizar con objetividad un acontecimiento lamentable y condenable, al que hasta ahora no se ha prestado la debida atención a su dimensión y magnitud.
El intento de asalto en la autopista 150D al alcalde capitalino electo, antes de llegar a la desviación de Tehuacán-Cuacnopalan, Puebla, de ninguna manera, es un asunto menor y sin trascendencia.
De entrada, muestra una faceta responsable y congruente de Ray Chagoya al dar la cara, directa y personalmente en las redes sociales, para informar puntualmente sobre el preocupante suceso.
Además, como Presidente Municipal electo cumple con su obligación de informar al pueblo de tal hecho, como lo consagra el derecho a la información y al derecho a saber de los gobernados.
Por más amarga que sea esta experiencia, debe ser, sin embargo, una importante lección de vida para que Ray Chagoya refuerce su seguridad y no se exponga y menos al viajar por carretera.
“Haiga sido como haiga sido” el incidente que, afortunadamente, no tuvo mayor consecuencia, gracias a la intervención de la Guardia Nacional, no debe descartarse ningún escenario ni móvil.
Ray agradeció la inmediata intervención de Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, y al gobernador Salomón Jara por estar al pendiente y brindarle su apoyo.
Y en este sentido, sería muy grave pecar de ingenuos, toda vez que serlo entraña peligrosos riesgos que es indispensable prevenir y evitar, porque puede estar en juego la integridad física y la vida.
Sin actitud alarmista no hay que olvidar que en política no hay casualidades y que Ray Chagoya representa la cara de una nueva generación de jóvenes políticos que afectan intereses creados.
La expectación que provocó su sorpresivo triunfo genera crecientes expectativas sobre su halagüeño crecimiento político futuro como nuevo actor en la coyuntura política del estado.
El futuro político de Ray Chagoya, que iniciará bajo los mejores augurios, será prometedor, siempre y cuando dé resultados exitosos, con hechos, como Presidente Municipal de Oaxaca de Juárez.
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