A tres meses de que termine el gobierno de Gabino Cue Monteagudo, la casa está hecha un batidillo. El tiradero es enorme y el descontento social es evidente debido al enorme daño que Oaxaca ha recibido en rubros tan importantes como el turismo que arroja perdidas que rondan los 7 mil millones de pesos. El comercio, en todos los niveles, alcanza perdidas por 2 mil millones de pesos y 20 mil empleos perdidas ocasionados por las manifestaciones, bloqueos y la inseguridad que se vive en el estado; factores estos que han golpeado a los sectores en plena temporada vacacional considerada la más alta del año por lo que el perjuicio ocasionado es grave.
Y no es para menos, pues lo que está sucediendo en Oaxaca, Chiapas y Michoacán al rebasarse los límites que la prudencia es capaz de tolerar tiene signos de un enfrentamiento civil.
El daño ocasionado por la CNTE ha impactado a la opinión pública nacional como internacional, daño que se refleja en las recomendaciones de los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y Europa a sus ciudadanos en el sentido de no viajar a los estados mencionados, principalmente Oaxaca.
Sin avances para encontrar solución al diferendo entre las autoridades federales y la CNTE; la situación en Oaxaca se ha complicado a niveles de incertidumbre para sus habitantes al ignorar todo y especular lo menos.
El no saber qué sucederá, cuando las vacaciones están por terminar sí que es angustiante, toda vez que la CNTE advirtió que los cursos del retorno a clases no se llevarán a cabo a menos que se anule la Reforma Educativa.
El tiradero, en consecuencia, es enorme y todavía más cuando el gobierno estatal va de salida y poco o nada está en sus manos para lidiar a tan enorme “burel” que por 30 años a cornado a todos los gobernadores que les han puesto enfrente.
Reencontrar el camino y limpiar la casa será tarea harto difícil para la próxima administración, pues lograr el equilibrio político; la estabilidad social convulsionada; reimpulsar el turismo y la actividad empresarial y proteger el sistema educativo requerirá lo más difícil de volver a tener: la confianza en el gobierno y sus instituciones.
Las garantías para invertir no son suficientes para protegerse de la violencia sindical.
Trabajar sobre un terreno minado es tarea suicida. Primero habrá que limpiar el terreno ¿pero cómo hacerlo si las minas están sembradas por todos lados? A menos que… desde allá, desde donde todo se arregla sin importar los medios, como bien aconsejo el Gran Florentino, hagan los arreglos necesarios previos al inicio de clases por lo que la limpieza de la casa tendría tiempo para más o menos dejarla lista e iniciar la tarea de la nueva administración que, deseable seria, empezará por hablar a los gobernados con la verdad; haciendo a un lado honores que no significan sino vanas adulaciones para las cuales es mejor poner oídos sordos que dejarse arrastrar por éxitos fugaces.
Oaxaca se merece un mejor destino que continuar siendo el suculento botín de unos cuantos. Su gente, estoy cierto, está en espera de una transformación que al fin logre sacarla de ese profundo pozo de la ignorancia, el atraso y la miseria. La oportunidad está tocando la puerta.
Twitter: @luis_murat