* Guardadas las debidas proporciones ante la judoca Prisca Awiti, los oaxaqueños tenemos valores artemarcialistas, como Regina Habibi Vadillo Delgado, a los cuales debemos presumir, pero sobre todo, apoyar pueblo y gobierno.
* Tras ganar medalla de bronce en el Polideportivo CODE Paradero de Guadalajara, Jalisco, ganó la medalla de oro el pasado 6 de julio y participará próximamente en los Juegos Escolares Mundiales en Baréin del 23 al 31 de octubre.
Los mexicanos somos felices porque Prisca Awiti, judoca nacida en el Reino Unido, representó a México, el país de origen de su madre, en los Juegos Olímpicos de París y ganó medalla de plata.
La filosofía de vida de las artes marciales, de lucha cuerpo a cuerpo, busca la salud, la protección personal, el desarrollo personal, la disciplina mental, la forja del carácter y la autoconfianza.
Sin embargo, guardadas las debidas proporciones, los oaxaqueños tenemos valores artemarcialistas en nuestra juventud a los cuales debemos presumir, pero sobre todo, apoyar pueblo y gobierno.
Regina Habibi Vadillo Delgado, xhunca de origen, sueña desde niña con participar en competencias nacionales e internacionales y llegar a las Olimpíadas representando a México en Taekwondo.
La taekwondoín oaxaqueña ganó medalla de bronce en combate en la división menos de 59 kilogramos, categoría juvenil 2007-2009, en los Nacionales CONADE 2024 el pasado 26 de junio.
Tras ganar en el Polideportivo CODE Paradero de Guadalajara, Jalisco, ganó la medalla de oro el pasado 6 de julio y participará en los Juegos Escolares Mundiales en Baréin del 23 al 31 de octubre.
La competencia de Regina Habibi se dará en el marco del 50 aniversario de la Federación Internacional del Deporte Escolar, con la presencia de más de 5 mil atletas de 80 diferentes países.
Su mayor satisfacción es ver cómo las niñas que practican Tae le dicen que entrenan mucho porque quieren ser como ella, ver que las nuevas generaciones también buscan su lugar en el Taekwondo Busca que le amen y respeten.
“En Taekwondo enseñan el valor del respeto por los demás. Jamás dañaría a alguien fuera de una situación que no sea única y exclusivamente en defensa personal”.
Regina Habibi no es una joven convencional como otras chicas de Salina Cruz, al observarla llama poderosamente la atención su singular personalidad y belleza por su ascendencia paterna libanesa.
Felicitemos a esta joven atleta por el meritorio resultado obtenido gracias a su talento y disciplina en conjunción con la guía de su entrenador, Miguel Ángel Luís Limón y el apoyo de sus familiares.
De carácter fuerte, no violenta, es muy decidida en alcanzar sus objetivos, comprometida y responsable, le gusta hacer las cosas bien y procura dar lo mejor de sí en todo lo que hace.
Siempre le gustó el Taekwondo, nunca pasó por su cabeza practicar otro deporte o arte marcial. “Soy bastante feliz y extrovertida, me gusta platicar y hacer amigos a donde quiera que voy”.
“Me gusta todo lo que conlleva el Taekwondo, la disciplina, los valores, las costumbres y los entrenamientos, por eso a lo largo de mis 12 años entrenando sigue emocionándome competir”.
Le inspiró practicar Taekwondo al ver entrenar a su hermano. Siempre le ha apoyado su familia, pero su papá temía que la fueran a lastimar al ver a su pequeña entrenar con niños más grandes.
Al pasar los años cada vez se emocionaban más sus papás, al ver su forma de combatir y cómo avanzaba. Agradece a su familia por impulsarle siempre y nunca desconfiar de su potencial.
El Taekwondo le ha llevado a muchos lados y dado la oportunidad de conocer a mucha gente muy linda y agradable. Conocer gente con el mismo estilo de vida de artemarcialistas es muy agradable.
Humilde, admite insatisfacción, al perder un combate cuando sabía que podía dar más. “Es muy frustrante el hecho de prepararte tanto y saber que no diste todo, es una sensación muy cruel”.
Su mayor reto es seguirse preparando para la competencia mundial y las que siguen. No bajar el nivel y seguir dando el 1000 por ciento, al representar a su estado y a su país en grandes eventos.
Es difícil, reconoce Regina Habibi. Hay que prepararse constantemente, ir a todos los torneos posibles para foguearse e innovar las técnicas de combate. Es bastante pesado en el ámbito anímico.
Hay que pedir ayuda a los psicólogos deportivos, hay que apoyarse en ellos porque los procesos son muy duros anímicamente, el sacrificio con la comida para mantener el peso y los entrenamientos.
“Pero al final del día todo vale la pena y si, de verdad, quieres hacerlo y te gusta, cuesta trabajo y sacrificio, pero lo disfrutas enormemente”, subrayó feliz y optimista la joven promesa porteña.
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