En nuestra primera sesión del año, el pleno del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, entregó su confianza a la Magistrada Berenice Ramírez Jiménez para presidir el Poder Judicial por los próximos 4 años.
La Magistrada Berenice llega con la legitimidad que dan las votaciones mayoritarias en los procesos democráticos y ahora le toca, con la ayuda de toda la rama judicial del gobierno, construir esa otra legitimidad que otorga el recto y diligente ejercicio de la presidencia.
Y es que el voto de las magistradas y magistrados que integramos el pleno también nos compromete a nosotros, porque nuestro máximo compromiso político está con nuestras constituciones federal y local, e institucionalmente nuestra primera prioridad es la salud y el prestigio del Poder Judicial de Oaxaca.
Si le va bien a nuestra Presidenta le irá bien al Poder Judicial, y si le va bien al Poder Judicial le va bien a Oaxaca.
Y es que la función de impartir justicia es una de las 3 funciones esenciales del Estado y es menester, desde la Presidencia del Poder Judicial, otorgar certeza al pueblo de Oaxaca de que jueces y magistrados seremos imparciales, independientes y profesionales.
En la judicatura, más que en cualquier otra función estatal, los códigos éticos son importantes.
Pero sin perder de vista esa tres precondiciones de imparcialidad, independencia y profesionalismo, la función judicial incorpora con el cambio de la dinámica social nuevos enfoques y nuevas perspectivas para juzgar.
En su mensaje de asunción de la Presidencia, la Magistrada Ramírez anunció que la impronta de su administración será la perspectiva de género y el interés superior de la niñez y la adolescencia.
Y me atrevo a decir que no es solo por vocación ni por capricho personal. La vocación pública y popular por construir una sociedad más igualitaria y más justa pasa por una nueva manera de entender los feminismos y la necesaria protección de nuestros niños y niñas.
Berenice Ramírez es madre, hija, esposa y maestra. Sin estereotipo de género, puedo avalar que cada una de esas facetas de su vida las asume con pasión, lealtad y compromiso.
Pero además es una mujer joven, con la energía y la creatividad necesarias para imprimir al Poder Judicial una nueva dinámica de proximidad social sin descuidar sus fines y su función esencial.
Hay que acercar el Poder Judicial al pueblo, decirle a qué nos dedicamos y cómo y por qué hacemos lo que hacemos. Jueces y magistrados tenemos, cuando sea pertinente, que defender nuestras sentencias para que los justiciables se convenzan poco a poco de que lo único que guía nuestras decisiones son las leyes y los derechos humanos; y que tenemos una deontología o ética judicial que cumplimos escrupulosamente.,
Vienen nuevos tiempos para el Poder Judicial y nuevos desafíos. Con el liderazgo de la nueva Presidenta habremos de transitar el camino hacia la implementación del nuevo Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, y los nuevos efectos que para la carga de trabajo tendrá la reforma al sistema de apelación en materia penal. Sin dejar de lado la nueva ley sobre Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias.
Otro aspecto a fortalecer será sin duda el de la profesionalización del personal judicial. El derecho es cambiante y por eso requiere permanente actualización. Más que en cualquier otra función pública, la magistratura y la Judicatura están indisolublemente ligados a la academia.
Ha iniciado una nueva era para el Poder Judicial de Oaxaca cuyos efectos ya se dejan sentir. Y en esta nueva etapa, los medios de comunicación serán fundamentales.
La sobre exposición mediática del ejecutivo y el legislativo contrastaban con el sigilo con el que siempre ha actuado el Poder Judicial.
Tal vez ello era entendible y hasta justificable en otros tiempos, pero no en el presente.
Y no es que se abra la puerta para que los medios de comunicación influyan en la decisión de jueces y magistrados, sino de que sean los propios medios los que abran pantallas y micrófonos al Poder Judicial para que la gente sepa por qué y cómo se decide.
*Magistrado de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca