El príncipe Guillermo y Catalina, los nuevos duques de Cambridge, regalaron a la población el momento más esperado al darse hoy dos tiernos besos en el balcón del palacio de Buckingham ante miles de personas congregadas en el lugar.
La pareja repitió la escena de los padres de Guillermo -el príncipe Carlos y Diana de Gales en julio de 1981- al darse un beso ante miles de personas que gritaban “Guillermo y Catalina”.
Después de los recién casados, salieron al balcón la reina Isabel II y el duque de Edimburgo; los padres de Catalina, Michael y Carol; el príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornualles.
Los aviones utilizados en este vuelo fueron un Lancaster, un Hurricane, un Spitfire, dos Tornado GR4 y dos Typhoons.
Los nuevos duques de Cambridge se dieron el “sí quiero” frente al altar principal de la abadía de Westminster, tras lo cual el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, les declaró marido y mujer.
Todos los ojos estuvieron puestos en una contenida y emocionada Catalina, vestida con un elegante vestido color marfil, diseñado por Sarah Burton para la firma del fallecido Alexander McQueen.
La ceremonia se desarrolló con precisión matemática y solo hubo un momento de duda cuando Guillermo tuvo problemas para poner el anillo en el dedo anular de la mano izquierda de su esposa.
El príncipe Guillermo no llevará alianza de casado.
El “sí quiero” fue recibido con júbilo en todo el país, donde millones de personas han seguido en las calles y en sus domicilios la que ha sido declarada como la primera “boda del siglo XXI”.
EFE