Guillermo del Toro arranca la semana con un sabor agridulce. Lo mejor es que tiene entre manos una nueva película, Pacific Rim, donde contará una batalla entre seres humanos y extraterrestres por el control de la Tierra.
Pero también hay una mala en la agenda del realizador tapatío, luego de que los Estudios Universal aplazaran el rodaje de Las montañas de la locura, cinta que dirigiría del Toro, que contaría con la producción de James Cameron y tentativamente sería estelarizada por Tom Cruise.
A pesar de este contratiempo, el director de Hellboy no se queda quieto. Sigue trabajando con DreamWorks como consultor crativo y productor ejecutivo en varios proyectos, además de que explora su faceta como escritor.
En entrevista con la página de internet Moviesonline.com, Del Toro se confiesa abiertamente como un adicto al trabajo, calculador y a la vez apasionado por el cine, que sabe aceptar un no como respuesta temporal, pero no definitiva.
— ¿No es difícil ser consultor y productor de DreamWorks y a la vez tener una fila de proyectos esperándote, como lo es “Pacific Rim”?
— He trabajado con DreamWorks durante los últimos siete meses y podría decir que hasta ahora ha resultado bastante bien compaginar la animación con las películas con actores de carne y hueso. Le tengo que agradecer a Jeffrey
Katzenberg (director de DreamWorks) su comprensión y paciencia, pues ambos amamos el cine. Hasta ahora, ha sido un trabajo muy interesante y satisfactorio para ambas partes.
— ¿Cuáles proyectos estás compaginando a la par de “Pacific Rim”?
— Trabajé como productor ejecutivo en El gato con botas y estaré metido como consultor creativo en Kung Fu Panda 2. Al mismo tiempo estuve ocupado en el desarrollo visual de En las montañas de la locura y acabo de comenzar a hacer lo mismo con Pacific Rim. También estoy escribiendo un libro, así que pueden adivinar que en efecto, soy adicto al trabajo (risas).
— Los estudios en Hollywood deben pensar que Guillermo del Toro es incansable.
— (Risas) Me levanto muy temprano todos los días y me duermo muy tarde, para muchos es algo extraño o agotador, pero yo siempre he sido así. Por ejemplo, mientras estaba trabajando en El espinazo del diablo también me ocupé de los efectos visuales de Blade 2, los guiones de Mephisto’s Bridge, El conde de Montecristo y La lista de los siete. Cuando me preguntan si hacer tantas cosas a la vez no es difícil yo siempre respondo que no, porque la única forma en que me puedo concentrar bien es si tengo varios proyectos a la vez. Es una forma de trabajar que me he impuesto desde niño.
— ¿Cómo va el proyecto de “Frankenstein” que estabas preparando al lado de Universal Pictures?
— Justamente esta semana tendremos una junta con la gente del estudio para ver a dónde va el proyecto. Hay una buena relación con ellos y entiendo, por más frustrante que haya sido, que aplazar el rodaje de Las montañas de la locura fue una decisión que antes que artística fue monetaria. Pero que lo entienda no quiere decir que como director deje que muera el proyecto,pues sigo persiguiéndolo.
— ¿Estás pensando en ofrecer “Las montañas de la locura” a otro estudio?
— Es posible que se haga el intento, pero tampoco es seguro. Tenemos la ventaja de que la historia nos pertenece a mí y a Don Muphy y James Cameron (productores), aunque nuestra intención es permanecer en Universal, y siento que ellos también están interesados en producirla. El aplazamiento tuvo dos razones muy simples: No hay dinero ni tiempo para hacerla. No soy un romántico que piensa que sólo con buenas intenciones se pueden hacer películas. Sí pienso que Las montañas de la locura tiene como ventaja que es una buena historia y nombres fuertes para la cartelera (James Cameron en la producción y tentativamente Tom Cruise como protagonista). Con un poco de suerte, la película será una realidad.
El Informador