Hace algunos días, estuvo con mucha intensidad en el debate político nacional el tema de la seguridad y el papel de nuestras Instituciones encargadas de garantizarla. Sin embargo, resulta penoso leer algunas conjeturas fantasiosas que la derecha conservadora lanzó, otros desinformados sólo repiten sin razones serias la supuesta militarización del país, con un mero proceso de reproducción de ideas sin tan solo realizar un mínimo ejercicio de sentido común para comparar con las acciones de los anteriores sexenios; si bien es cierto que esta multiplicidad de ideas vertidas públicamente forman parte de la construcción de opinión pública, que en un Estado democrático como el nuestro se permite más que nunca, es de suma importancia no confundir a la ciudadanía.
Podemos afirmar que la reciente incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, es con el objetivo de seguir con las tareas para garantizar la paz en todo el territorio nacional, esto, porque sabemos el desastre social que dejó la fallida guerra contra el narcotráfico del último gobierno panista de Felipe Calderon, y hay que decirlo, cuatro años no son suficientes para revertir el daño de décadas de simulación política.
Ante las opiniones de aquellos que dicen que este gobierno es igual a los otros del pasado, podemos preguntar entonces : ¿Por qué tanto odio y enojo para Andrés Manuel López Obrador, por parte de los conservadores? Si dicen que representa lo mismo, ¿Por qué les preocupa tanta popularidad del Presidente?
Pudimos ser testigos, a través de diferentes medios de comunicación, del gran respaldo que tiene el Presidente y las Fuerzas Armadas, prueba de ello fue la aclamación que ambas figuras recibieron en el recién festejo de la Independencia de nuestro País, tanto en la noche del grito, como al día siguiente en el clásico desfile militar, el apoyo del pueblo estuvo presente. Como dato importante, podemos decir que según encuestas serias en nuestro país, el ejército es de las instituciones más aceptadas, y por lo tanto, la Guardia Nacional, pero sobre todo, con más confianza por parte de la ciudadanía, el pueblo no se equivoca. La confianza se traduce optimismo, y el optimismo se refleja en la sociedad que sabe que las cosas están cambiando para bien. La encomienda del Estado a través del Ejército y la Guardia Nacional no es otro más que salvaguardar nuestra integridad y no ponerla en riesgo.
En este contexto, estamos seguros que la estrategia de seguridad del Gobierno Federal traerá a Oaxaca paz y seguridad a través de las acciones coordinadas que se habrán de implementar a partir del primero de diciembre bajo el Gobierno que encabezará Salomón Jara.
Podemos señalar con certeza y determinación que la Guardia Nacional también es pueblo y por esta razón, nos servirán con orgullo y dignidad. Otra cosa es que los malintencionados nos pretendan confundir, por eso enfatizamos que en el actual Gobierno Federal, las Fuerzas Armadas están del lado de la ciudadanía, tal y como lo ha señalado el Presidente: nunca más las fuerzas armadas servirán para reprimir al pueblo.