Grupos de poder en Oaxaca: Francisco J. Sánchez

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coyunturaLa lógica de los grupos de poder en Oaxaca es inversamente proporcional a la lógica del ciudadano común: mientras más piensan en sus intereses políticos y económicos más se alejan de quienes verdaderamente les dan la posibilidad de acrecentar su influencia y riqueza.

En un modelo democrático como el oaxaqueño, se transforman en corporaciones de bajo perfil, pero con gran influencia para obtener favores y soluciones del poder público favorable a sus intereses. Es la oportunidad de construir emporios, colocar productos o servicios o vender favores.

En el sector público, unos grupos son identificados con los exgobernadores Heladio Ramírez López, Diódoro Carrasco Altamirano, José Murat Casab, Ulises Ruiz Ortiz y el actual gobernador Gabino Cué Monteagudo.

En el sector privado, están agrupados las familias, corporativos y organismos empresariales, mientras, en el sector social van desde las organizaciones de profesionistas hasta la organizaciones de campesinos, indígenas, obreros.

Sin embargo, un nuevo grupo que se conformó instintivamente desde hace casi 15 años son las fracciones partidistas disidentes, quienes desde los partidos políticos se gestan, reproducen y revitalizan cada que hay renovación de Congreso Local, Poder Ejecutivo y las 570 presidencias municipales.

De esta manera, las precampañas de los representantes de estos grupos de poder, los precandidatos a la gubernatura,  están zurciendo después de la salida formal y temporal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de la gubernatura, nuevas relaciones entre sus estructurales locales, donde lo ilógico para el ciudadano es lógico en el ejercicio del poder.

Por ejemplo, se confirmará como moneda de uso común, las relaciones de los grupos de poder político-partidista con grupos político-empresariales del sector privado o los acuerdos públicos entre los políticos en el poder y los grupos opositores.

Además, el comienzo de los conflictos y contradicciones por perfilar al mejor de los representantes de esos grupos, y en consecuencia se observarán muchos huecos y lagunas que conflictuarán al ciudadano común y corriente.

Hoy, el desafío de los partidos políticos y candidatos a cargos de elección popular es aceptar que tienen acumulada la suficiente desconfianza en más de la mitad de la ciudadanía que lo menos que quieren es saber de política y partidos. Una parte de la otra mitad es “acarreo”.

Especialista en análisis y estrategia política.

Twitter: @lacoyunturamx

Correo electrónico: franciscosanchezhernandez@yahoo.com.mx