El balcón del Ayuntamiento de Barcelona en la Plaza de Sant Jaume, que es considerada el corazón de esta ciudad, al noreste de España, fue hoy la sede del Bicentenario de la Independencia de México, al celebrarse aquí la tradicional ceremonia del Grito.
La cónsul adscrita de México en Barcelona, Francisca Méndez Escobar, y el alcalde Jordi Hereu, encabezaron este miércoles la festividad mexicana que celebra 200 años de inicio de la Independencia, y que reunió a centenares de mexicanos y barceloneses.
En un acto institucional, el alcalde de Barcelona agradeció a México “la ayuda que dieron a muchos barceloneses y catalanes que recibieron en México y que fue tejiendo unas relaciones más profundas y entrañables”.
“Hay ciudadanos mexicanos en Barcelona, que por tanto son barceloneses, y eso se merece que Barcelona ofrezca su corazón que es la Plaza de Sant Jaume y el balcón de su Ayuntamiento para celebrar el Grito de Independencia”, manifestó.
“Lo digo como expresión de esta profunda amistad entre México, Barcelona y Cataluña, que sientan (los mexicanos) esta ciudad como suya.
Su fiesta es nuestra fiesta y éste es el sentido real de que se haya escogido un sitio tan emblemático como éste, expresó.
Por su parte, la cónsul mexicana, con bandera en mano, dio el tradicional Grito de Dolores, evocando los “vivas” a los Héroes de la Independencia: Miguel Hidalgo y Costilla, José María Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez, y otros más.
Desde la plaza, cientos de personas corearon los “vivas” con sus banderas en mano, camisetas de la Selección Mexicana de Fútbol, equipos mexicanos de futbol, sombreros de charro y hasta máscaras de luchadores, todo ello en un ambiente festivo.
En posterior declaración a la prensa, Méndez Escobar explicó que se trata de una fecha excepcional, por la cual el Ayuntamiento de Barcelona ofreció su balcón en la plaza más importante de la ciudad para celebrar el Grito del Bicentenario.
“Eso simboliza el entendimiento entre ambos pueblos y es bonito porque las relaciones se tejen entre seres humanos, entre Barcelona y México”.
Recordó que el exilio barcelonés en México tras la Guerra Civil española (1936-1939) sentó las bases de una relación que ya existía, y ahora se perfilan otros aspectos de la relación, como la económica y la institucional.
Explicó que es frecuente el intercambio institucional entre México, Cataluña (comunidad autónoma que tiene a Barcelona como capital), mientras que en materia económica las relaciones comerciales y de inversión han crecido en los últimos años.
Méndez abundó que en Barcelona radican más de seis mil mexicanos, de los que una gran parte son estudiantes, y que para estas fiestas del Bicentenario de Independencia tienen un papel protagónico al ofrecer muchos de ellos su creatividad, arte y talento para diversas actividades culturales.
Por su parte, el alcalde Hereu declaró a la prensa que en sus viajes a México se ha encontrado con muchos barceloneses que “tienen el corazón partido entre México, que los acogió como su nueva casa, y Barcelona y Cataluña que nunca la han olvidado”.
Dijo que no le sorprendió ver la Plaza de Sant Jaume llena, ya que en anteriores años ha asistido a las celebraciones en el barrio del Pueblo Español de Barcelona, y ha visto la cantidad de mexicanos y barceloneses que se unen en estas fiestas.
Tras la ceremonia en la Plaza de Sant Jaume, las celebraciones se trasladaron a la Plaza Real de Barcelona, a unas calles del Ayuntamiento para festejar con un espectáculo de música protagonizado por el Mariachi Semblanza y el grupo folclórico Son de México.