La economía mundial presenta una condición de fragilidad y se tienen encendidas las alertas ya que es posible que la economía Griega no pueda continuar en la zona euro. La razón es que existen presiones de diferentes partidos políticos helenos para no aceptar las políticas de austeridad impuestas por las organizaciones internacionales (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea) como condición para obtener nuevos préstamos y sanear su economía. En la semana, los ahorradores han estado retirando sus depósitos de los bancos, debilitando con ello el ya de por sí desvencijado sistema bancario, debido a que los agentes dan por hecho que las cosas en el futuro se pondrán peor. Sin recursos internacionales, sin rescate y con un sistema bancario roto las posibilidades de mejora de la economía Griega son nulas.
Un servidor anticipa que las próximas elecciones del 17 de junio serán ganadas por los opositores a las medidas de austeridad y por lo tanto el mundo cortará la oferta de fondos de rescate, bajo el argumento de que darle más alcohol a un alcohólico difícilmente le permite superar su adicción (saben que no obtendrán retornos de sus préstamos). Pronostico que Grecia saldrá de la zona euro. Tremendamente contradictorio es el mundo, ya que las personas votarán por aquellos que les prometen no más medidas de austeridad, porque han sido demasiados duras, pero ello lejos de resolver el problema lo ahondará.
La tragedia griega es resultado de una acumulación excesiva de deuda pública, de corrupción gubernamental y exceso de intervencionismo. Las generaciones anteriores a la actual obtuvieron ciertos beneficios del derroche, pero las actuales nunca han recibido ganancias tangibles, de aquí que para ellas el actual escenario sea inaceptable y lo transformen en protestas masivas que desestabilizan más el sistema económico. Sólo le puedo decir que vivimos una etapa en la cual las pérdidas se socializan y los beneficios se privatizan, justificando los movimientos de indignación que se presentan por todo el planeta.
Ahora bien, aquellos que ven con optimismo la salida de Grecia, lo hacen porque suponen que se obtendrán ganancias al no tener la obligación de sostener a un país con malas políticas económicas que encarece la moneda y dificulta la consolidación de una unión fiscal-financiera; para muchos analistas, Grecia nunca debió unirse a la zona. Aunque esto es cierto, es un error pretender que la salida de Grecia de la zona euro será fácil o que representa un resultado deseable. La salida de Grecia significaría que el diseño de la Unión Europea presenta fallas y sugeriría su inviabilidad tras años de esfuerzos para hacerla realidad.
En este momento la austeridad es el único camino que les queda a los griegos, tanto si se quedan en la zona euro como si salen. El único camino posible es reducir el gasto público y sanear su sistema financiero. Necesitan demostrarle al mundo su compromiso para poner en orden sus finanzas y pagar su enorme deuda pública en los próximos treinta años. Las actuales generaciones tienen que pagar el costo de las medidas implementadas en el pasado, es algo inevitable y son cosas que se enseñan en los cursos más elementales de economía (léase el artículo científico “Crisis, threats and ways out for the Greek economy“).
La inevitable salida de Grecia de la Unión Europea debe manejarse con cuidado por parte de los políticos en Europa para evitar que el colapso total de ésta pequeña economía se traslade como pérdida de confianza en otras economías con problemas. Es particularmente importante que se concentren en salvaguardar los bancos en Portugal y España, así como crear un seguro de depósito que cubra a todos los países de la UE. Sumado a lo anterior, para tranquilizar a los inversores en los mercados de deuda soberana se deberá diseñar rápidamente una forma de mutualización de la deuda entre los miembros de la moneda única. Los países más fuertes (Alemania) deben colaborar con el sostenimiento de los más débiles, son los costos inevitables de una UE. Finalmente, se debe trabajar en una reingeniería financiera que permita sortear con éxito acontecimientos similares a los de Grecia (respecto a este tema revise el documento “Towards a new european financial supervision architecture”).
Grecia en cifras…
Para el 2011, el PIB per cápita de los griegos era de poco más de 18 mil euros anuales, ocupando el lugar 12 entre los 27 países miembros de la UE. La tasa de desempleo en marzo del 2012 alcanzó la cifra de 22.5% de la Población Económicamente Activa, la segunda más alta de la UE, sólo por debajo de España. La tasa desempleo juvenil (personas entre los 15 y 24 años de edad) era de 51% en marzo del 2012, la más alta de la UE. La deuda pública en 2011 como porcentaje del PIB rebasaba el 100%, en ésta situación le acompañan Italia, Portugal e Irlanda. El déficit presupuestario en 2011 estaba en un intervalo entre el 6 y el 8.9%, nivel similar al de España, aunque menor al que prevalecía en Irlanda y Reino Unido. Finalmente, los pronósticos de crecimiento económico para el 2012 indican un decrecimiento superior al 4% anual, el más alto de toda la UE. En conclusión Grecia es un país pobre, endeudado, con elevado desempleo, de pocas oportunidades y con magras perspectivas de crecimiento económico. El panorama no es gris, es completamente negro.
Suscríbete a mi página
* Profesor en economía de la UACJ, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI)