Ante la imposibilidad de hacerlo personalmente, como era mi intención inicial y sin que por ello deje de hacerlo; he optado por aprovechar este espacio que generosamente se me otorga semana tras semana para expresar mi más profunda y sincera gratitud y reconocimiento a tantas y buenas personas que me han acompañado en esta nueva oportunidad de vida que el Ser Superior –al que yo llamo Dios– dada la educación en la Fe que recibí de mis padres, se me ha otorgado.
Es por eso que para mí, el estar nuevamente escribiendo frente a mi computadora y el poder compartirles lo que siento, le llamo “Un Milagro”. He leído diversas libros y reflexionado sobre lo acontecido y lo único claro que tengo es que a diferencia de hace más de 46 años cuando vi la luz primera, en esta ocasión tengo la fortuna de no tener que esperar largos años de aprendizaje para compartirles mis experiencias y visión renovada de vida. Hoy he aprendido que debo agradecer el poder respirar, el poder abrazar a mi esposa e hijos, el estrechar la mano de la gente que estimo, el escuchar a mis amigos, el leer un libro, el tener salud, el distinguir si el agua está fría o está caliente. Hoy tengo un nuevo “chip” que me dice que debo agradecer por todo y a todos.
Pero también hoy sé que no puedo reservarme para mañana mis sentimientos de afecto, mis deseos de decirle a la gente que aprecio que la quiero, de agradecerles su amistad y su confianza, de ser respetuoso con mi prójimo, de ser solidario con la personas que se acercan solicitando ayuda y no porque esto no lo haya hecho antes, sino por la sencilla razón de que aprendí que el único tiempo que tenemos seguro es el presente y que dejar las cosas para mañana no es garantía de que se cumplan. He aprendido a perdonar, porque buenos amigos me han enseñado que libera el alma y el espíritu; convencido de que el perdón no es un sentimiento, sino una decisión. Perdonar lo veo como un signo de humildad y no de debilidad. Por lo mismo también pido perdón si es que a alguien involuntariamente lo ofendí o si por mis actos se sintió agraviado, en verdad lo sostengo, nunca en mi vida le he deseado, ni le desearé mal a nadie, pues tengo bien grabadas las palabras de mi Madre que en paz descanse: “no le hagas a otros, lo que no quieres que te hagan a ti.” Lamento profundamente que esta situación se haya exhibido con dolo el nombre de personas que se merecen todo mi respeto y afecto; aprovecho para señalar que nunca hice señalamiento en particular contra ninguna persona en ningún medio o red social en razón de que como lo declaré no considero tener enemigos.
Asimismo he solicitado que en las indagatorias se investigue cualquier línea, incluidas las que han surgido como un rumor y que inducen a que es consecuencia de actividades no correctas de mi parte. El primer interesado en que las cosas se aclaren soy yo, pues estoy convencido que no las hay, por lo que insistiré en que no descarten ninguna de ellas. También he demandado, coincidiendo con otras voces que así lo han externado, que lo acontecido no se politice. Que si bien debe ser una línea de investigación, que se haga con todo profesionalismo y apoyo de las ciencias periciales. Manifiesto que confió plenamente en las autoridades procuradoras de justicia, pero sí exijo que se aceleren los resultados de las mismas.
A lo largo de ya casi 17 años de escribir periódicamente ésta columna que hoy hace el favor de leer, he sido un duro crítico de las injusticias, de los actos de corrupción y de lo que considero debe cambiar, pero he sido siempre respetuoso de cuidar vidas y honras, rara vez menciono un nombre en lo particular; pues se que mi función como periodista no es la de un juzgador, sino la de un crítico analítico. Para mí el escribir además de ser unos de mis hobbies preferidos, me ha permitido el acercarme a miles de ciudadanos que me comparten sus ideas, sus molestias y sus anhelos. Lo escribí en mi primer artículo: “deseo que éste espacio sirva para que el ciudadano encuentre el medio para expresarse”, hoy lo ratifico.
En mi ejercicio público he procurado honrar la coherencia y la congruencia que tanto exalto en mis participaciones. He sido un incansable promotor del cambio en las formas de hacer las cosas en el ejercicio público, pero también he sido el primero en aplicar esos cambios de actitud en mi actividad pública. Considero que la ciudadanía que confió en un proyecto distinto debe sentirse convencida de que las cosas se hacen de manera diferente, creo que no podemos defraudarles; de ahí mi insistencia en que no les fallemos. Reafirmo que veo en la transición democrática el medio para alcanzarlo.
No tengo con qué pagarles, pero si sé cómo hacerlo: sus oraciones, sus mensajes, sus llamadas telefónicas, su interés por saber sobre mi estado de salud. Con la ayuda de Dios y de excelentes médicos me recupero favorablemente y muy pronto retomaré mis actividades ordinarias. Me decía una persona a la que mucho estimo que le agrada ver un “Mario reloaded” y mi respuesta es que más que “recargado” quiero ser una persona agradecida. Por eso desde aquí mi más profunda gratitud a todos ustedes.
Mi reconocimiento a mis amigos que desde el primer minuto dispusieron de apoyo para mi persona: Margarita García, Luis Ugartechea, Alberto Esteva, Rubén Oyarvide, Maurilio Mayoral, Gabino Cué, Emilio Santiago; David Méndez, Isaías Jiménez, Arturo Anadrade, Marco Tulio López, Manuel de Jesús López, don Jesús Martínez, Layda Sansores, Armando López Campa, Carol Altamirano, José Manuel Bustillo; mis amigos Concejales. Por supuesto a los elementos de las Policías municipal y estatal, a la H. Cruz Roja y a diversos medios que han respetado mi deseo de no emitir declaración alguna hasta no tener los resultados de las indagatorias.
Esta nueva oportunidad de vida quiero ponerla al servicio de ustedes, esa será mi forma de agradecerles tanto afecto. Que Dios los bendiga y los proteja a todos; de todo corazón… ¡Gracias!
Twitter: @Mario_Mendoza_F