Hay inventos que tienen una trascendencia mas allá de su intención inicial: La curiosidad del fotógrafo británico Eadweard J. Muybridge abrió la puerta a un concepto que está tan enraizado en nuestras vidas que no concebiríamos la época actual sin él: La fotografía en movimiento.
Ansioso de comprobar si un caballo al trotar en algún momento tenía las cuatro patas en el aire (Otra versión dice que fue por apuesta) Muybridge fotografió al caballo ‘Occident’ trotando a unos 35 km/h en el hipódromo de Sacramento, California; captando varias etapas de su galope durante el recorrido de 40 metros. Utilizó 24 cámaras fotográficas para su experimento y pudo inmortalizar la velocidad gracias a la incorporación de un cronómetro que enviaba impulsos eléctricos a las cámaras.
Para esto, Muybridge tuvo que perfeccionar el obturador, logrando que expusiera la película en un tiempo de 1/500 de segundo; luego, con ese material, montado en un disco giratorio en un proyector dotado de otro obturador, ingenio al que llamó “zoopraxiscopio”, logró la proyección de las primeras imagenes en movimiento, sentando las bases para el kinetoscopio de Tomás Alva Edison.
El doodle de Google correspondiente a hoy, 182 aniversario del nacimiento de Muybridge, muestra 21 casillas con las imagenes de corredores que al activarse, nos obsequia con la secuencia que en aquel amanecer de la historia mostró al hombre los primeros movimientos capturados y perpetuados por el ingenio humano. Juzgue el lector si el caballo llega a levantar en algún momento las cuatro patas en el aire durante el trote.
Agencias
